Marcos Ramírez, un andaluz que hace historia

Marcos Ramírez ha llegado para quedarse. Tras enrolarse en el Mundial en las últimas nueve carreras de la temporada pasada, en sustitución de Danny Webb, el piloto de Conil de la Frontera está demostrando esta temporada que su presencia en el Campeonato del Mundo no es mera casualidad. Y ayer lo confirmó con su primer podio, un tercer puesto en el Gran Premio de Alemania que le puede saber a poco por lo cerca que estuvo del triunfo, pero que le sabrá a gloria cuando se dé cuenta del logro conseguido.

Y es que en 2014 fue invitado al Gran Premio de España y se estrenó en Moto 3 con un discreto vigésimo primer puesto. Hace menos de un año volvía al Mundial para disputar el tramo final estrenándose e Austria con una vigésimo sexta posición, para ir progresando hasta firmar siete grandes premios después un sexto lugar en Malasia que hacían prever el potencial del andaluz. No acabó el año de la mejor de las maneras al caerse en Valencia en la prueba que ponía el cierre a 2016, pero 2017 le reservaba algo mejor.

El cambio de su equipo de Mahindra a KTM le ha beneficiado y este año ya había rozado en dos ocasiones el podio. Fue cuarto en Jerez y en Francia, por lo que el tercer puesto logrado en Sachsenring es un justo premio. E histórico, porque sólo otro gaditano, Alberto Moncayo en 125cc en 2011 en el circuito de Brno, había logrado un tercer puesto, hasta ayer el único podio andaluz en la historia del Mundial de motocicilismo. "No puedo estar más feliz y más contento por mí, por el equipo y por todos los seguidores. Todo ha sido perfecto y estoy realmente contento", dijo Ramírez antes de pisar el cajón de ganadores por primera vez.