Lo advirtió Fernando Sanz cuando admitió por primera vez que el Málaga iría a por fichajes en el mercado invernal. Se vivió con Abreu, al que se le ofreció un fijo con incentivos a base de pago de alquileres o billetes de avión. Se está plasmando con Miku, que antes de vestir de blanquiazul como cedido firmará un contrato posterior en el tiempo con el Getafe. Y también ocurre con Caicedo, cuya cesión ayer estaba casi hecha con el Málaga y hoy tiene un ultimátum sobre la mesa. Con el delicado modelo económico de la entidad, ningún fichaje está hecho hasta que comparece públicamente con la camiseta blanquiazul para la foto.

Ayer fue prueba de ello. Cuando varias fuertes indicaban que ambas llegadas podrían haberse hecho oficiales ayer mismo, este hecho no tuvo lugar en ninguno de los dos casos. Sin embargo, lo del delantero venezolano es una cuestión de tiempo por la compleja operación a tres bandas. El Valencia ha firmado dos operaciones a la vez: por un lado, el traspaso del delantero al Getafe a partir del 1 de julio de 2010; por otro, la cesión al Málaga hasta el 30 de junio. Está previsto que Miku llegue hoy a Getafe para pasar el reconocimiento médico, firme su nuevo contrato y mañana haga lo propio con el Málaga para completar dos días surrealistas, ya que precisamente malagueños y madrileños se enfrentan mañana en la ida. Además, si el club blanquiazul no lo impide, habrá una cláusula para que el venezolano no juegue ni la vuelta de Copa ni el partido liguero, que tendrán lugar el 13 y el 17 de enero.

Las otras dos cuestiones que han ralentizado más aún las gestiones son el hecho de que el Getafe incluyera un seguro en el caso de que Miku cayera gravemente lesionado en el periodo de cesión al Málaga y la cláusula de recompra incluida por el Valencia en la venta del jugador al Getafe, así como una opción preferencial por el azulón Soldado.

Si todo marcha como el Málaga prevé, antes del partido contra el Getafe podría ser presentado. Más enigmática resulta ahora la situación de Felipe Caicedo. El jugador mostró su agrado por jugar en el fútbol español y dio órdenes de que esa propuesta fuese escuchada por encima de la del Hull City, que también estaba interesado en sus servicios. Sin embargo, ayer tampoco terminaba de cerrarse la operación, algo que no hizo gracia al presidente, Fernando Sanz. De hecho, dio directrices a la dirección deportiva, compuesta por Ricardo Rodríguez y Sandro, para que instaran al jugador a decidirse de inmediato por temor a que estuviera jugando a dos bandas y así intentar sacar más tajada económica. Como el club no quiere que se demore más la incorporación de los fichajes invernales, se transmitió al futbolista el mensaje de que se decida en las próximas horas para, si no, activar otros planes. En cualquier caso, el ecuatoriano ya no se entrenó ayer con el Sporting de Lisboa por "motivos personales", según anunció el club luso, y los contactos entre los dirigentes del club blanquiazul y el Manchester City, propietario de los derechos del futbolista. Hoy, para bien o para mal, debería quedar zanjado el asunto.

Por su parte, Iban Cuadrado también está a punto de concretar su salida, cuestión clave para que se dé de alta a al menos un futbolista. A última hora, el Rayo Vallecano ha entrado en liza, una opción convincente para el jugador desde un punto de vista económico y deportivo.