Tal y como se había pulsado durante la semana, el partido ante el Poli Ejido reunía todos los calificativos para que fuera tildado de trampa. Pese a que los mundos opuestos en los que deambulan ambos equipos hacían presagiar una cómoda victoria del Málaga, Juan Ramón Muñiz ya intuía la complejidad del partido. "Sabíamos que íbamos a tener muchas dificultades. El rival acumuló muchos hombres delante de la portería y ellos se encontraron con un gol en el minuto 48. Pese a ello, tuvimos ocasiones y el equipo hizo todo para ganar el encuentro".

Como es habitual en sus valoraciones, el gijonés incidió en la igualdad de la categoría y en su teoría de que lo más importante es ir sumando en todos los partidos. "Esto es un suma y sigue. Tuvimos ocasiones, pero enfrente tuvimos al rival que esperábamos: un equipo que no te iba a dar los puntos y así fue".

Pese al resultado, el asturiano se marchó satisfecho con el rendimiento que sus jugadores desplegaron: "El equipo se vació físicamente durante todo el partido. Están como cañones y en la segunda mitad se vio que tenían una velocidad más. Hicimos lo suficiente para ganar el encuentro y a veces entra [el balón] y otras no. En la primera parte tuvimos dos ocasiones claras y el control del partido, pero sabíamos que íbamos a tener muchas dificultades. En la segunda mitad el dominio fue total. Lo que se intentaba era ganar a toda costa y lo que pasó es que cada uno intentó solucionar el partido por su cuenta".

A pesar de empatar ante el colista, Muñiz, como ya aseguraron algunos de sus jugadores la pasada semana, indicó que el objetivo del equipo continúa siendo cazar al Numancia. "Quedan quince partidos. Al principio ya hablamos de que esto iba a ser muy largo, pero lo que está claro es que cada vez hay menos equipos peleando por el ascenso. Yo sólo pienso que nuestro objetivo es coger al primero y el vestuario está muy tranquilo".