La presión era máxima en el Muñoz Pérez y el rival, el Maracena, no era el más indicado para afrontar el primer match ball por el liderato. La victoria del Marbella obligaba al Estepona a puntuar, pero sobre todo a ganar. Los fantasmas aparecieron demasiado pronto, y es que Kechi aprovechó un rechace del larguero para adelantar a los granadinos en el primer minuto de partido. El mazazo fue tremendo. La calurosa mañana no había impedido que el gol dejase gélido al medio millar de aficionados que acudió al feudo esteponero. Pero este equipo está hecho de otra pasta. Pasan por un bache de juego y resultados, pero la casta del vestuario se demostró en partidos como el de ayer. A los dos minutos de recibir el primer derechazo del rival, Santi Moreno ya había tirado de recursos propios para sacarse de la chistera el empate. Las aguas volvían a su cauce y el marcador a la igualdad inicial. Todo, en apenas tres minutos.

El inicio frenético desató la locura en las gradas y sobre el terreno de juego. Las ocasiones se sucedían, pero Darío y Lolo Soler tenían mucho que decir en el encuentro. Sobre todo el primero, que salvó a su equipo de una goleada en la segunda mitad. Pero antes de llegar al descanso, Añón ya había volcado la balanza del lado local. Otra buena jugada de Santi Moreno fue culminada a placer por el delantero rojillo.

La segunda mitad fue un monólogo de los rojillos, que no querían sufrir los mismos problemas que en el inicio del encuentro. Dominaron de principio a fin el segundo acto y dispusieron de numerosas ocasiones para golear a un Maracena que se vio superado en todas las líneas. La falta de acierto de los locales y alguna que otra buena actuación de Darío dejaron el partido abierto hasta el final. Pero los tres puntos estaban bien resguardados. El Estepona había salvado su primer gran examen de la temporada. La distancia de tres puntos con el Marbella se mantiene, pero lo que parece seguro es que la batalla sin cuartel entre ambos por el liderato no ha hecho más que comenzar.