Sergio Sánchez se enfrenta a una posible recaída de su rotura

En un encuentro reñido con muchos frentes e historias, Sergio Sánchez fue el que escribió la más negativa de todas. Pasado el ecuador de la segunda mitad, en una pugna con Karim Benzema dentro del área para intentar quitarle el esférico al francés, un choque le hizo perder pie y ejecutar un movimiento poco natural que le llevó a caer a plomo al suelo. Rápidamente solicitó el cambio e hizo gestos al banquillo para que le cambiaran. En ese mismo momento sabía que afrontaba el riesgo de una recaída.

Porque se quejaba de una zona muy similar a la que le derivó en una rotura de fibras en Anoeta. Esa dolencia, en el grupo de los isquiotibiales, le tuvo poco más de dos semanas fuera de combate, si bien en el caso de sufrir el percance en la misma zona se enfrentaría a un tiempo de recuperación bastante mayor.

Lo mejor que le podría pasar es que se trate de una lesión diferente, aunque sus gestos de impotencia al abandonar el terreno de juego ya le hacían presagiar lo peor. Esta mañana será sometido a pruebas físicas a la espera de que puedan aportar más luz sobre su convalecencia. Lo que parece muy complicado es que pueda volver a disputar algún encuentro en lo que queda de 2014, puesto que habrá que andar con pies de plomo al sufrir una lesión muscular apenas dos semanas después de la anterior. El calendario para cerrar el año natural le llevará a enfrentarse tres veces al Deportivo, dos de ellas en la Copa del Rey, al Celta y al Elche, donde se llegará al parón navideño el 21 de diciembre.