Jamar Smith ya está reestablecido, ha realizado los dos últimos viajes del Unicaja aunque no podía jugar y su regreso está cercano. Pero, a cinco jornadas del final de la temporada regular y dos meses y medio después de ese fatídico resbalón con un balón en La Laguna, aún le queda. Básicamente, es una cuestión de ritmo. Smith tiene el alta médica pero Plaza estima que aún Kenny Hayes puede ofrecer un rendimiento mejor del actual Smith. El técnico admitió públicamente que Smith es un hombre con el que se cuenta también a medio plazo, para la próxima temporada. Pero se ha privilegiado la urgencia de ganar partidos para que no peligrara el playoff.

A finales de esta semana habrá una nueva evaluación de la situación según cómo responda Smith a los entrenamientos de esta semana. Ya ha hecho largas minutadas, casi al mismo nivel en tiempo que sus compañeros, pero ayer, por ejemplo, trabajó porque en las últimas horas se había inflamado algo la articulación. El asunto es que para adquirir ritmo cara al play off cada vez queda menos tiempo. Justamente un mes para su inicio, con cinco partidos por delante (Gran Canaria, Real Madrid y Valencia en casa y Gipuzkoa y Obradoiro a domicilio) para terminar de pulir un equipo que firma una racha de seis victorias en los últimos siete encuentros. Aparcado el fichaje de un interior que diera opción de seguir a Hayes, el viernes habrá una nueva decisión.