Dentro del vestuario del Unicaja no hay mucho tiempo para cábalas ni cuentas. Queda un mes, cuatro partidos, para que se acabe el Top 16 de la Euroliga y el equipo de Jasmin Repesa continúa con opciones de clasificación, con un balance de 5-5, pero está complicado meterse entre los cuatro mejores. Las cuentas más factibles pasan por ganar al menos tres partidos para pasar de los cuatro que quedan. Y se va a Madrid, se recibe al CSKA, se viaja a Estambul para confrontarse con el Efes y se acaba en cel Carpena ante el Alba Berlín. El último encuentro ante los alemanes es el único a priori sencillo. Los otros tres se prevén bastante complicados, empezando por la visita de mañana al Palacio de los Deportes de Madrid, donde nadie ha ganado esta temporada.

CSKA y Panathinaikos son, nada menos, los rivales por la tercera y la cuarta plaza. A los griegos, que están a un triunfo del Unicaja y con el average perdido, les queda aún jugar ante los dos equipos alemanes. Tras 10 jornadas, nadie ha perdido aún ante ellos, sólo el Alba ganó en su duelo directo ante el Bamberg. Visitar Madrid y recibir al CSKA son los otros dos partidos pendientes de los atenenienses. Mientras, los rusos, que están a dos victorias de distancia, ya han jugado con los comodines teutones. Reciben al Zalgiris, viajan a Málaga, aguardan al Madrid y acaban en Atenas. Si se les venciera en el duelo directo también el average estaría ganado para el Unicaja.

En fin, habrá más tiempo para hacer cuentas más perfiladas, pero no tiene mucho margen de error el Unicaja. Si gana cuatro partidos, pasará; si vence en tres es muy probable. Pero dos no bastan. El hecho de que los dos equipos alemanes no hayan restado victorias propicia que sean necesarios más triunfos para acceder al Top 8. Lo bueno es que el Unicaja depende de sí mismo y está al alza. Lo malo, que el calendario que queda es bastante complicado.