En los test previos al Campeonato de España de Sabadell, Borja Vivas realizó registros similares a su tope, como cuando en 2014 rebasó la frontera de los 21 metros y fue subcampeón de Europa. Lanzó 19 metros con los pies parados. Pero, una vez en competición, el cuerpo no fluyó. "Borja Vivas está bien físicamente, aunque técnicamente anda un poco perdido", fue el diagnóstico de Ramón Cid, director técnico de la Federación Española. Al mismo tiempo, valoraba la progresión de Carlos Tobalina, verdugo del malagueño: "Tira giratorio y ha lanzado 20.40 ocho veces. Es una técnica que está proliferando, no solo en Estados Unidos sino también en Europa, aunque oscila mucho más el nivel de rendimiento. Carlos en cualquier momento puede lanzar 21 metros. Con esa técnica, cuando les entra el tiro es una bomba".

Alguna vez Borja ponderó con su inseperable entrenador, Tomás Fernández, cambiar la técnica, dejar el estilo lineal y optar por el rotatorio, de menos fiabilidad (más nulos por tener menor control del cuerpo) pero con un potencial de tiro mayor. Ambos decidieron seguir con el lineal, con el que los éxitos han llovido. Es una cuestión de técnica lo que ahora le falta por ajustar al de Carranque, que el próximo lunes viajará a Portland para competir en los Mundiales de pista cubierta. Por primera vez en años tendrá un compañero español. Tobalina hizo en Sabadell la mínima para el Mundial y la olímpica para Río.

"En esto del lanzamiento, cuando quieres lanzar por fuerza lanzas 20 metros con relativa facilidad", explica Borja Vivas, ya más calmado después de la decepción del fin de semana en tierras catalanas: "Pero para llegar más lejos hay que depurar la técnica. Hay que lanzar de menos a más, suave, sin precipitar el tiro. Pero si caes en la prisa te saltas algunos pasos. Me pasaba en Sabadell que caía muy adelantado, no lograba utilizar toda la palanca que me permite mi altura y que es una de mis fortalezas. Lo explico y lo veo tan fácil... Calentando estábamos lanzando unos buenos tiros, tanto Tobalina como yo. Debía haber sido un concurso de los dos sobre esa marca, 20.50, que es muy buena. Pero me quedé lejos. Estoy entrenando muy bien y todo debía haber salido un poco mejor. Pero qué vamos a hacerle".

Borja realizará esta semana entrenamientos para viajar el domingo a Madrid. El lunes saldrá hacia Portland, donde competirá el viernes 18 por la tarde, horario americano, en una final de peso directa, en la que no habrá clasificación. Hay una treintena de atletas con la mínima, pero se espera una afluencia menor, sobre la veintena. Hay muchos lanzadores que priorizan la temporada estival en un año olímpico. El sistema de competición es peculiar. Tras los tres primeros lanzamientos quedan vivos los ochos atletas con mejor marca. Y, tras el quinto lanzamiento se hará otro corte en el que sólo los cuatro mejores dispondrán de un sexto lanzamiento para jugarse las medallas.

"Mi entrenador está muy tranquilo", reflexiona Borja Vivas tras el revés en Sabadell: "En otra época sí me ha podido decir que faltaba actitud o que algo concreto no funcionaba, pero ahora todo va según lo previsto. Lo bueno es que el deporte te da revancha pronto. Si hago un buen tiro en el Mundial cerraría la temporada invernal con un buen sabor de boca".

La pérdida de la corona nacional tras más de un lustro de reinado ha motivado a Borja Vivas para recuperarla cuanto antes. Aunque sea de manera indirecta, en Portland quiere dejar claro quién continúa mandando en España. Si, de paso, llega un puesto de finalista mundial, del que en 2014 se quedó a sólo siete centímetros, pues miel sobre hojuelas. Significaría que la técnica funciona.