Una entrada que cuesta 13 horas
Las 915 entradas para el Oporto-Málaga se agotan en una hora tras colas de madrugada en los puntos de venta. Cuatro aficionados cuentan su odisea para conseguirlas
Se veía venir. Había tal demanda para las 915 entradas del Oporto-Málaga que ayer se ponían a la venta que era cuestión de minutos que se agotasen. Apenas una hora duraron repartidas entre las 16 oficinas de Halcón Viajes distribuidas por la capital y la provincia. Hubo más frustrados que afortunados. Entre los privilegiados, cuatro malagueños que iniciaron su aventura en la sucursal de la Avenida Carlos de Haya a las 21:50 del martes, poco después de eliminar al Eibar. A las 10:45 de ayer salieron con sus localidades en la mano. Agotados tras una noche fría y larga, pero con la recompensa a 13 horas de paciencia. En su bolsillo, 27 euros menos, también un sueño en ciernes.
Enrique Villar, José Manuel Molina, Juan Carlos Díaz y Juan Dorado son los protagonistas de una historia repetida en los distintos puntos de venta habilitados. La escena fue común: paciencia, ánimo, fe, atuendo malaguista y distracciones para abstraerse de la dictadura del reloj. Estos cuatro socios del Málaga se lo montaron bien para pasar el tiempo. "Teníamos mantas, abrigos, un plato de jamón, dos tortillas de patadas y bebida. Y la mesa de playa para jugar al parchís. Estuvimos toda la noche jugando al parchís. No lo aborrecimos porque no había otra cosa que hacer", relata Enrique, para el que las horas "se hicieron eternas, sobre todo al llegar la mañana y ver las calles con gente".
Ellos precisaban siete localidades para el viaje en caravana que han organizado a Oporto. Saldrán de Málaga el domingo por la mañana, descubrirán la Salamanca nocturna y universitaria y volverán el miércoles de Portugal. Tres de sus compañeros tuvieron que irse a trabajar, los otros cuatro se apuntaron en la lista de esperada organizada en la puerta de la agencia desde el tercer al sexto lugar. "Todo estuvo muy bien organizado y sin problemas", destaca Enrique. Nada que ver con los problemas ocurridos en una de las oficinas en calle Hilera, donde dos aficionados, uno de 29 años y otro de 21, fueron detenidos después de que uno de ellos, tras querer saltarse la cola, presuntamente propinara un cabezazo a un policía de paisano infiltrado en ella.
"A ver qué pasa en el partido, pero nada más que con conseguir la entrada merece la pena haber hecho esto. La gente que pasaba por la calle nos preguntaba qué hacíamos, unos se reían de nosotros, los coches nos pitaban. Pero menos mal que vinimos pronto. Otros vinieron rebotados de otras agencias y se quedaron sin entrada. A pasar la noche vinieron unos 50. Y a partir de casi los 200 la lista de espera dejó de funcionar", es el testimonio de la primera vez guardando una cola similar.
Cartas por parchís o pipas por el jamón fueron algunas de las variantes en los otros puntos de venta, donde el sistema informatizado de venta (el ordenador central iba tramitando las ventas y en función de la celeridad de cada agencia el turno iba corriendo más o menos rápido) permitió que no hubiera problemas ni quejas más allá de los que se quedaron a uno o dos turnos de conseguir su localidad. Aun así, la crítica al club es casi unánime por el método propuesto para el reparto de las entradas sueltas. "El sistema me parece fatal, habría que haberlas sacado en La Rosaleda, con una cola única, y dando más facilidades para no tener que sacarlo de manera organizada con la agencia de viajes y comprar el lote con el avión o el autobús", denuncia públicamente Enrique. Desde el Málaga, sabedores de estas incidencias, intentarán encontrar una solución más satisfactoria para el futuro y lamentan que la demanda esté muy por encima del número de entradas. De hecho, apurarán por intentar que el Oporto les ceda alguna localidad más tras las 2500 facilitadas. Además, por la tarde emitieron un vídeo en el que Pellegrini, Isco, Jesús Gámez y Demichelis agradecían a los aficionados su esfuerzo por adquirir una entrada para ir a Oporto.
La fiebre por lo blanquiazul también se vivirá este domingo con la visita del Barcelona. Al cierre de taquillas ayer, tan solo quedaban disponibles 50 localidades, incluso incluyendo las más caras, las correspondientes a la zona VIP. Así que, si en Oporto el Málaga no estará solo, para afrontar la complicada empresa de puntuar contra líder tendrá todo un estadio detrás arropándole.
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