olimpismo juegos de pyeongchang 2018

El héroe ya está en casa

  • Regino Hernández aterriza en Madrid recibido con cariño por familiares, amigos y seguidores

  • "He conseguido hacer historia para nuestro país y nuestro deporte, es increíble", relata

No fueron pocos los que se acercaron al aeropuerto Adolfo Suárez para recibir al malagueño Regino Hernández, encargado de romper la sequía de 26 años de España sin medallas en unos Juegos Olímpicos de Invierno -desde aquella medalla de Ochoa en 1992-. El ceutí de nacimiento pero mijeño de corazón, se proclamó tercero y se colgó la medalla de bronce el pasado jueves en la modalidad de snowboard boardercross en los Juegos de PyeongChang (Corea del Sur). "Muy contento, he conseguido hacer historia para nuestro país y nuestro deporte, es increíble", aseguraba un radiante Regino Hernández a su llegada al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde era recibido por familiares y amigos, y jaleado por decenas de personas en la terminal de la capital

Su medalla rompía una sequía que se había prolongado demasiado en el tiempo, haciendo historia como décadas atrás lo hacían los hermanos Ochoa y que habría la puerta de una segunda con la lograda por el patinador Javier Fernández, también de bronce. Automáticamente, estos Juegos se convierten en los más exitosos de la historia de España, que con dos metales iguala la cifra que tenía hasta ahora en toda su historia.

Espera que con estos resultados "la gente vaya cogiendo la cultura de nieve"

"Javi se lo merecía desde hace tiempo, fue cuarto en Sochi 2014, lleva seis campeonatos de Europa, dos del mundo... Estaba claro que este año tenía que conseguirlo sí o sí, y de verdad ha sido increíble conseguir dos medallas en unos Juegos, que es lo mismo que teníamos antes en toda la historia", resaltaba Regino sobre su compatriota. El medallista malagueño apuntó que una de las claves de que España haya tenido tan pocos resultados en deportes invernales se debe a que la "cultura de nieve" en nuestro país no es de competición. "En España hay cultura de nieve, pero es de disfrutar como hobby, no hay cultura de competición. Esperamos que con estos resultados la gente poco a poco vaya cogiendo esa cultura", señalaba.

Hernández dijo que su medalla tiene "varias dedicatorias", Una de ellas para su amigo Ángel, que era "como un hermano mayor" para él, y a Israel Planas, entrenador del equipo de boardercross español fallecido hace un año. El rider mijeño explicó que el viaje fue "mejor imposible", ya que la aerolínea en la que viajaba les permitió viajar en Business y reconoció que ahora le toca "cumplir un par de apuestas" pero está "orgulloso de cumplirlas", entre ellas tatuarse la cara de su skiman, la persona que prepara las tablas. También agradeció el apoyo que ha recibido de los aficionados españoles a través de las redes: "Ha sido increíble el apoyo por redes sociales y la difusión que ha tenido".

Los familiares y amigos de Regino lo recibieron con banderas españolas y barbas negras postizas en homenaje a la icónica barba del malagueño, entre ellos su novia, Elena Aragón, que explicó que vivió la medalla "muy intesamente", con "mucha alegría y muchos nervios". "Sí esperaba la medalla, confiaba en que sí. Somos su máximo apoyo, siempre venimos a recogerle, aunque esta vez es más especial", continuaba. No obstante, ahora no tendrá mucho tiempo de descanso, ya que en unos días afrontará las siguientes pruebas de la Copa del Mundo, la próxima en La Molina, en Girona. "Ahora tenemos la final de Copa del Mundo, nos quedan tres pruebas, voy séptimo en el ránking, así que a seguir subiendo escalones. En ocho días, vamos a La Molina, de ahí a Rusia, de Rusia a Suiza y luego sí habrá parón", relató.

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