No es necesario recordar que en los últimos partidos la afluencia de espectadores a La Rosaleda ha caído bastante. La imagen no es normal y no gusta entre los dirigentes del club, sabedores de que la masa social es uno de sus grandes activos. Contra el Espanyol se tocó fondo, sólo 16.134 espectadores se dieron cita. Lo que en otros estadios de la categoría sería una buena entrada o al menos digna, en Martiricos supuso la peor de la temporada, apenas el 50% del aforo oficial. Ello confirmó la tendencia a la baja de los últimos meses. Y aunque nunca hay un factor exclusivo, sino que varios inciden negativamente, nadie duda de que los partidos a las 22:00 están haciendo mucho daño. De hecho, el Málaga ha pasado de colgar el cartel de "No hay billetes" durante cuatro partidos consecutivos a ver cómo en los últimos el aforo ha caído en un tercio.

Aunque el Málaga no suele ofrecer los datos oficiales de asistencia a sus partidos, sí que confirmó los llenos contra Rayo Vallecano, Eibar, Real Madrid y Celta. De todos modos, no resulta muy difícil calcular la afluencia de aficionados al recinto, sobre todo, como suele pasar con el Málaga, cuando son gran mayoría los asientos ocupados. Desde la visita de los gallegos, otros cuatro choques se han disputado en horario nocturno en Martiricos y en todos se experimentó un descenso: Almería (25.000), Athletic en Copa (13.500), Valencia (22.000) y Espanyol (16.134, pues aquí sí hubo cifra oficial). En medio de ellos se jugó con el Villarreal, aunque a las 18:00 (también aquí se notó un bajón, ya que fueron unos 26.000 espectadores). La media de esos partidos es de unos 19.200 espectadores, lo cual supone prácticamente dos tercios del aforo lleno. Una cifra aceptable para los parámetros que se manejan en la LFP, aunque alejada de lo que viene siendo habitual por la Costa del Sol.

Esos cuatro partidos en los que se ha notado el descenso se jugaron a las 22:00 a excepción del Valencia, que tuvo lugar a las 20:45, aunque con el añadido negativo de haber sido un lunes. Igualmente, en el de Copa el día fue el miércoles, además con el perjuicio del cambio horario de última hora efectuado por los operadores televisivos. Aunque es cierto que también jugando a las 22:00 y en sábado se ha conseguido llenar el estadio, como ocurrió ante Celta y Eibar, por entonces las temperaturas eran más generosas, todavía no había llegado el invierno. Aunque la coincidencia con el Día de San Valentín pudo haber restado alguna presencia habitual en el estadio, el frío ha hecho más mella por afectar de lleno a los abonados infantiles y a los más mayores.

De hecho, no son pocos los aficionados con hijos que están más que cabreados con la elección horaria de los operadores televisivos. Muchos de ellos optaron por acogerse al abono infantil-asociado de 20 euros para toda la campaña que lanzó el Málaga en verano para menores de 12 años, si bien lamentan que sus hijos ya se han perdido varios partidos esta temporada por no ser aptos para niños tan pequeños.

El Málaga y su afición se enfrentan a un problema estructural, puesto que es el equipo preferido para los partidos en abierto, que esta temporada se están jugando a las 22:00 los sábados. Contando las 23 jornadas disputadas más las cinco más que hay ya con horarios fijados, en once ocasiones se ha elegido a los blanquiazules por el mayor share que deja para Mediaset, que empezó ofreciendo sus partidos por Cuatro y a mitad de temporada pasó a ofrecerlos por Energy.

Pero a domicilio también hace daño, ya que la tónica de las 22:00 también se ha dejado notar en los encuentros como visitante, en los que los aficionados no se han podido desplazar en un número mayor. Contando con el último horario publicado, el sábado 21 de marzo a las 18:00, Rayo-Málaga, habrán sido la mitad de los partidos oficiales jugados esta temporada, 17 de 34, los disputados a esa hora.