Un puñetazo en la mesa... o en la cara
El Málaga acude con ambición a Villarreal para ganar y solidificar la séptima posición
Lo bueno de estas jornadas finales a cara de perro es la emoción que transmiten, más aún disputándose en horario unificado. Un gol recorre indistintamente el camino del desencanto a la euforia o el inverso. Lo que se vive a prueba de infarto en las gradas descubre en el campo a los equipos con mayor determinación. Esa es la nueva prueba que pasa el Málaga esta tarde-noche. Igual que en Almería, aunque allí urgía el triunfo desde el miedo a quedar descabalgado. Hoy toca dar el paso al frente desde la defensa de lo propio. El equipo de Gracia guarda la séptima posición como oro en un paño que porfían de manera voraz Athletic, Celta, Espanyol y Rayo. Todos apretarán, pero todos se cambiarían por el reto blanquiazul de tener que ganar en el campo del sexto clasificado.
Contra el Villarreal no caben distinciones entre ganar, empatar o perder, sino entre vencer o no hacerlo. Llevarse los tres puntos significa dar un puñetazo en la mesa, llegar al último partido con un vendaval a favor para cruzar la meta en séptima posición; no hacerlo es recibir un puñetazo en la cara y quedar medio grogui para el sábado que viene, seguramente habiendo perdido el actual escaño y tener que depender de carambolas para poder vivir la final de Copa del Rey esperando el premio extra. El Málaga ha sido un equipo a velocidad de crucero, que ha sacado adelante empresas muy complicadas, también un conjunto de gatillazos. Es capaz de todo, tiene a su aficionado en ascuas. Por actitud no hay problema; las dudas vienen más por los problemas para definir las oportunidades que se crean.
El partido habría sido temible de no ser porque los amarillos ya tienen en su poder el pasaporte europeo. El bajón de intensidad y el aluvión de ausencias echan un cable tremendo al Málaga. Los jugadores y el técnico amarillo, Marcelino, se han aferrado al discurso del honor casi de puntillas; lo cierto es que la temporada les ha castigado duramente, sobre todo desde la eliminación europea y la concatenación de bajas importantes, y andan como locos por marcharse de vacaciones y desconectar. Quedan sanos jugadores determinantes como Giovanni dos Santos, Vietto, Bruno o Moi Gómez, aunque debe imponerse el mayor hambre blanquiazul. Las dudas se acumulan al Villarreal, de ahí que no habrá convocatoria definitiva hasta hoy. Gente como Jonathan dos Santos, Campbell, Bailly o Dorado pueden sumarse a los Asenjo, Musacchio, Uche, Cheryshev o Pina, sin duda tipos fundamentales en el equipo. De hecho, lo más lógico es que el técnico asturiano tire del filial y hasta del juvenil, como premio a su reciente conquista de la Copa de Campeones, para rellenar la lista.
El Málaga, por el contrario, puede componer su once de lujo. La cuestión es que en las últimas semanas la fatiga y la falta de chispa de algunos elementos clave ha llevado a Javi Gracia a varios cambios de una semana a otra. Se espera que hoy pueda pasar algo similar, aunque resulta innegociable que Amrabat y Javi Guerra capitalicen el ataque. Son los dos jugadores más en forma y también los más decisivos que puede alinear el entrenador blanquiazul en su delantera. Un gran pasador y un excelente rematador parecen buen negocio para la defensa de la séptima plaza.
Todo en El Madrigal, estadio donde las musas europeas suelen veranear en la última década. Las diez participaciones amarillas en el Viejo Continente a través de un proyecto austero que mira mucho la cantera y muestra buen tino desde la secretaría técnica es el modelo de lo que busca el Málaga para temporadas venideras.
No hay comentarios