BBVA quiere acelerar en los próximos trimestres aún más la venta de pisos y otros inmuebles adjudicados. El objetivo es deshacerse de todos "lo antes posible" y para ello se ha propuesto como objetivo hacerlo sólo en 21 meses.

"El periodo que estimamos para venderlos es entre 18 y 21 meses", confirmó el consejero delegado de la entidad, Angel Cano, en la conferencia de analistas para exponer las cuentas de BBVA.

Cano destacó que el banco ha vendido unos 2.500 inmuebles en el primer semestre del año, un 40% más que el año pasado. Unas 1.000 unidades se han colocado en el primer trimestre y otras 1.500 en el segundo, lo que demuestra que cada vez hay mayor dinamismo en las operaciones. "Vamos a seguir probando a ajustar los precios mes a mes para acelerar las ventas y dejar el balance a cero lo antes posible", añadió el "número dos" del banco.

El director financiero del grupo, Manuel González Cid, recordó que BBVA tiene en marcha una operación para vender una cartera de activos "dañados" de unos 2.000 millones de euros, cuya venta espera que esté cerrada en septiembre.

La entidad que preside Francisco González obtuvo un beneficio neto de 1.510 millones de euros en el primer semestre, un 35,4% menos que en el mismo periodo de 2011, después de dotar a provisiones 1.434 millones para cumplir con las nueva normativa aprobada por el Gobierno. Esta dotación realizada por el banco hasta junio supone en torno a un tercio de las provisiones que debía acometer la entidad según las reformas aprobadas por el Ejecutivo, y que ascendían, según recordó ayer el banco, a 4.637 millones de euros.

Según informó ayer el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), como consecuencia de las citadas provisiones realizadas, en España BBVA perdió 221 millones, aunque sin estas dotaciones el beneficio atribuido hubiera sido de 567 millones.