Opinión

Elecciones del 28M: Una ola azul

De la Torre con alcaldables andaluces del PP en Sevilla De la Torre con alcaldables andaluces del PP en Sevilla

De la Torre con alcaldables andaluces del PP en Sevilla / EP

Escrito por

Manuel Atencia Robledo

Desde la perspectiva de la política nacional, las elecciones municipales han sido las primeras de ámbito nacional desde las generales de 2019 y a estas se les unen las autonómicas en doce comunidades.

Pedro Sánchez quiso convertir el 28M en un plebiscito. La oposición, liderada por Alberto Nuñez Feijóo, también lo situó como la primera vuelta de las elecciones generales. El resultado ha sido claro: el PP ha obtenido una rotunda victoria y lidera la alternativa, el sanchismo sale derrotado y se abre el camino a un nuevo ciclo político en España.

La victoria municipal del PP es la primera de ámbito nacional de este partido desde hace siete años, cuando en 2016, tras la repetición de las elecciones generales, Mariano Rajoy volvió a ganar ampliamente. Después de la moción de censura, todas elecciones de ámbito nacional (generales, europeas y municipales), habían sido ganadas por el PSOE. Incluso hace cuatro años el PP sacó uno de sus perores resultados electorales de su historia.

Ahora el PP le ha dado la vuelta a la situación. Ha recuperado su espacio de partido ganador y de mayorías, sacándole casi ochocientos mil votos de ventaja al PSOE. Basta ver el nuevo mapa municipal y autonómico de España para comprobar la hondura del cambio. Las previsiones que venían anunciando los institutos demoscópicos privados se han cumplido. Mientras los cálculos del CIS, desprestigiado por su actual presidente, han vuelto a equivocarse de forma estrepitosa.

El vuelco electoral ha sido de tal envergadura que Pedro Sánchez, en una nueva huida hacia adelante, no ha tenido más alternativa que disolver las Cortes y convocar elecciones anticipadas.

Suele afirmarse que quien gana las elecciones municipales, gana las posteriores elecciones generales. Sino me falla la memoria, así ha ocurrido desde 1979, con la única excepción de las generales de 2004.

Este análisis nacional, se complementa con el vuelco que también se ha producido en las elecciones autonómicas. El PSOE se ha visto derrotado en la mayoría de sus feudos y sus políticas de estos últimos años han sido rechazadas por la mayoría de los electores.

Creo que, con su voto de ayer, los españoles han presentado una enmienda a la totalidad al sanchismo, que tendrá que votarse definitivamente el próximo 23 de julio.

El vuelco político que se ha producido en España, ha confirmado que el cambio político, y sociológico, que ya era una realidad desde hace tiempo en algunos territorios -como Málaga- se ha extendido por la toda la región andaluza. La victoria de José Luis Sanz en el ayuntamiento sevillano así lo acredita. Para todo ello, el efecto Juanma Moreno ha sido determinante.

La victoria del PP sobre el PSOE en Andalucía en número de votos, con amplias mayorías en siete de las ocho capitales de provincia y en los principales municipios de nuestra comunidad, entre los que destacan Jerez, Algeciras, Marbella, muestran la profundidad del cambio originado. Se confirma la fortalece del PP andaluz y hecho de que los andaluces nos sentimos cómodos con la nueva mayoría.

En Málaga, los electores han dicho alto y claro dos cosas: que respaldan y confían en Paco de la Torre para seguir liderando la consolidación de una de las grandes ciudades de Europa y que su edad no es un obstáculo sino una garantía. Y, en segundo lugar, que el PP es su partido preferido. En este apartado, no me resisto a recordar que después de dieciséis años de dominio hegemónico del PSOE en las instituciones locales de Málaga, el cambio político de 1995 no fue flor de un día o el resultado de una coyuntura, sino algo más profundo. La sintonía que el PP ha alcanzado con el conjunto de los malagueños le ha permitido, desde hace veintiocho años, ser de manera continua la primera fuerza política de la y la provincia.

El PP supo, en su momento, asumir y encauzar los deseos de cambio y trasformación que estaban latentes en la sociedad malagueña. Supo incorporar a su fuerza política a lo mejor de la sociedad y ha venido consolidando y ampliando su espacio político, siempre cerca y en sintonía con los intereses generales y mayoritarios de Málaga.

Todo apunta a que la segunda vuelta confirmará el vuelco político nacional.

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