l El eje germano-francés se mostró ayer unido a pesar del conflicto en torno a la tasa a las transacciones financieras que el presidente francés Nicolas Sarkozy planea introducir en solitario y apremió a acelerar las medidas que devuelvan la confianza a los mercados en la atribulada eurozona. Tras un encuentro de dos horas y media en Berlín con el presidente galo, la canciller Angela Merkel propuso que en vista de las resistencias que despierta en varios países europeos, la tasa sea impuesta en último caso solamente en los 17 Estados de la moneda única. Entretanto, en Grecia la situación se hace cada vez más insostenible. Las negociaciones con los acreedores para una quita de deuda se dilatan y Atenas espera el séptimo tramo de ayuda internacional.