Feria de Málaga

Un 'Capricho malagueño' para iluminar el cielo

  • El ex jugador del Málaga Sandro inauguró anoche la Feria de agosto con un pregón en el que agradeció el cariño de los ciudadanos y halagó la belleza de la ciudad

Como todos los años, la primera noche de la Feria de Málaga está plagada de un ambiente especial, es una cita mágica. Miles de personas se aglutinaron ayer alrededor del escenario que se instaló en la playa de La Malagueta. Ya desde las 12:00 la gente se iba acercando a la zona cercana a La Farola no sólo para darse un baño en las aguas malagueñas sino para ir reservando un buen sitio para el espectáculo, que iba a dar comienzo a las 23:50. El sol que acompañó a todo el día dejó lugar a la luna que durante unas pocas horas alumbró el cielo; después quedó relegada a un segundo plano, ya que más de once mil kilogramos de material pirotécnico iluminaron la noche durante más de 25 minutos.

Pero antes de todo el espectáculo visual, el ex jugador del Málaga Carlos Alejandro Sierra Fumero, conocido por todos como Sandro, fue el encargado de inaugurar el festejo de la ciudad con un pregón breve, pero en el que no dejó de agradecer a la ciudad el cariño demostrado hacia su persona durante sus años de residencia en Málaga. Flanqueado por el alcalde, Francisco de la Torre, y el delegado municipal de Cultura, Miguel Briones, el tinerfeño comenzó con un agradecimiento masivo al público allí presente. Destacó, ante todo, "la hospitalidad, la alegría, el sol y el mar" que caracterizan a esta ciudad, que la hace especial, sobre todo, durante los próximos nueve días -contando desde hoy- en el que las calles de Málaga se convierten en un ir y venir de gente, fiesta y celebración.

"Hay que ser felices para que la ciudad y sus habitantes se abracen, como en el poema de Aleixandre", exortó el pregonero, que continuó halagando así a la ciudad: "Málaga ha sido cantada de todas las maneras posibles y yo le canto con lo único que tengo, mi corazón".

Tras finalizar con su pregón de inauguración de la Feria, el tinerfeño se quitó la chaqueta y comenzó a gritar el "Viva Málaga" (y también "Viva el Málaga") al que todos los años el pregonero hace honor y , que el público allí presente, acompaña gritando con todas sus fuerzas. Tras algo más de cinco minutos de intervención, el silencio se hizo con la noche. Faltaba poco para el gran momento. En unos instantes daría comienzo el espectáculo de luces y música que significaban que la Feria iba a comenzar.

Desde el dique de levante y la zona de San Andrés más de once toneladas de efectos pirotécnicos iluminaron la playa malagueña. Todo fue un Capricho malagueño, un espectáculo creado en exclusiva para Málaga y que resultó ser un gran éxito tras una laboriosa planificación y montaje que consiguieron el sincronismo entre los fuegos artificiales y las piezas musicales que acompañaron a ese juego de luces y color. Durante unos 25 minutos sólo se oyó el aplauso de las miles de personas reunidas junto a La Farola y la música malagueña que acompañó durante todo momento al espectáculo que contó con un total de 80.560 efectos pirotécnicos. La exhibición fue una obra de artesanía meticulosamente diseñada en forma de sonoros estallidos cuya luz desaparecía por momentos, pero cuya brillantez se iban forjando en el reflejo del mar.

Música

El montaje piromusical constó de diferentes piezas musicales exclusivamente malagueñas, combinadas a la perfección con los fuegos. Qué mejor forma de comenzar el espectáculo que con la abanderada de este año y la pregonera de la Feria de Málaga 2007, Pasión Vega, y sus Cosas que hacen que la vida valga la pena. La Feria de Málaga es una de ellas. Con esta melodía comenzó la demostración. El dique de levante y los depósitos de San Andrés, en la zona portuaria, fueron como un espejo y su reflejo. Dos disparos simultáneos de fuegos artificiales desde ambos castillos comenzaron a iluminar la noche.

La música de Efecto Mariposa y Javier Ojeda continuó con la función. No me crees acompañó durante varios minutos al espectáculo de colores y sonidos que dejaban boquiabiertos a todos los allí presentes. Los fuegos se sucedían, la luna que iluminaba el cielo antes de la media noche, se quedó en un segundo plano.

El tercer tema que sonó es un referente histórico de la música malagueña. El maestro de capilla de la Catedral de Málaga Jaime Torrens (1770-1803) compuso hace más de doscientos años El empíreo y la tierra, en honor de San Ciriaco y Santa Paula. Anoche, el grupo Maestro Iribarren dio vida a esta melodía que acompañó durante a la gala de luces que coloreaban el cielo.

Cómo iba a faltar en una noche de música de la malagueña Lamari. Duende del sur de Chambao fue la cuarta canción en sonar en La Malagueta. Al ritmo de la música el espectáculo continuaba. Las luces cada vez se hacían más intensas; el mar, por unos minutos, dejó de ser azul para convertirse en el reflejo de infinidad de colores que se mezclaban entre el escaso oleaje que anoche azotaba al mar. Pero el espectáculo debía continuar. Aún faltaban dos canciones para dar fin al espectáculo de fuegos artificiales y confirmar que daba comienzo, otro año más, uno de los festejos más esperados por los malagueños: sus fiestas mayores.

Mira lo que te has perdío, de Diana Navarro, sonó como la quinta canción de la noche, que sincronizaba a la perfección con el espectáculo visual. Los fuegos se iban haciendo más intensos pronosticando la gran traca final que se acercaba. La canción que cerraba el espectáculo se estaba acercando. Este año, la voz de Antonio Banderas fue la encargada de clausurar el espectáculo pirotécnico que había comenzado hacía ya más de veinte minutos. De la película Desesperado sonó la melodía de La canción del Mariachi, interpretada por el actor malagueño y Los Lobos. La traca final estaba muy cerca.

Y llegó el gran final. La música acompañó con más fuerza a los últimos instantes de la atracción visual que entre una explosión de fuegos artificiales, que no dejaban respiro entre unos y otros, hicieron que la noche se convirtiera en día por unos instantes.

Entre aplausos e invocaciones a la alegría, el espectáculo terminó. Sólo quedaba el humo blanco propio de los cohetes. La música cesó por unos instantes. Llegaba la hora del otro gran espectáculo musical. David Bisbal abría los conciertos en el MTV Málaga Summer. Aún restaba una larga noche de celebración. El almeriense, el quinteto Pussycat Dolls y el canadiense Kardinal Offishall cerrarían la primera noche de Feria.

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