Feria de Málaga

José Garrido corta una oreja con un infumable encierro de Pallarés

El matador José Antonio Lavado, que este sábado toma la alternativa, durante la lidia de su primer toro.

El matador José Antonio Lavado, que este sábado toma la alternativa, durante la lidia de su primer toro. / CARLOS DÍAZ/ EFE

El juego de los toros de Pallarés ha condicionado la segunda de abono de la Feria Taurina de Málaga que solo ha permitido que José Garrido cortase una amable oreja pedida por el público, mientras que José Antonio Lavado y David de Miranda, en el único que pudo lidiar, no pudieron obtener trofeo alguno.

Cumplía el sueño de tomar la alternativa el malagueño José Antonio Lavado y lo hizo con el toro “Artillero”, nº 90 de la ganadería de Pallarés, de manos del extremeño José Garrido y David de Miranda de testigo. No pudo estirarse con el capote, ya que el animal se quedaba corto, pero José Antonio optó por bajarle las manos e ir andándole hacia atrás al centro del ruedo.

Le brindó el toro a su padre, el encargado de que pudiera acudir tarde tras tarde a la Escuela Taurina de Málaga desde su pueblo, Benamocarra. Y comenzó la faena de muleta sacándoselo por bajo, con la rodilla genuflexa. La segunda tanda al natural estuvo más templada y gustándose en el pase de pecho, encajando los riñones. Por el pitón derecho la embestida del toro era mucho más sosa, entraba andando y sin clase ni raza. Hizo bien Lavado en volver al pitón izquierdo donde consiguió mayor lucimiento.

El segundo toro de José Antonio Lavado, que hizo quinto al correrse turno, tampoco le permitió estirarse a la verónica, se quedaba muy corto el de Pallarés y se volvía sobre las manos, tuvo que hacer como en su primero, sacárselo andando hacia atrás. Brindó a su banderillero de confianza, Alejandro Sánchez. No pudo hacer más que un gran esfuerzo en mostrar las ganas de querer agradar, el animal estaba aplomado, soso y sin querer enterarse de qué iba aquello. Sus paisanos se lo agradecieron con una cariñosísima ovación.

El gusto que tiene José Garrido con el capote quedó patente en su primer toro con tres verónicas de mucho temple y una media rematando en la cadera. Ya con la muleta el de Pallarés llegó muy desfondado, sin fuerzas y soltando la cara al final de cada muletazo. No transmitía aquello, pero Garrido quería agradar, no dejar de intentarlo. Una buena estocada incitó al público a pedir la oreja concedida por el usía.

El matador José Garrido durante la lidia de su primer toro. El matador José Garrido durante la lidia de su primer toro.

El matador José Garrido durante la lidia de su primer toro. / CARLOS DÍAZ/EFE

No estuvo a gusto José Garrido en el cuarto toro de la tarde, otro toro soso, sin raza y manso. Miraba mucho al torero y esto hizo estar desconfiado a Garrido, además salía con la cara por las nubes, mirando al tendido, sin irle aquella historia con el.

El sexto tuvo la misma condición que el resto de sus hermanos, acusándolo desde salida, fue muy protestado por el público, harto y desesperado del juego de los toros durante toda la tarde y de la desesperación de no poder hacer labor alguna a los toreros que habían venido a ver.

David de Miranda sólo pudo lidiar a su primer toro, debido a que durante la faena de muleta, al intentar dar un pase de pecho, este soltó un derrote y lo alcanzó de pleno infiriéndole una cornada interna de la que tuvo que ser operado en la enfermería. Antes había estado muy bien con el capote, parando al de Pallarés con un ramillete de verónicas de manos bajas. Llegó el animal muy parado a la muleta, le costaba acudir a cada cite, tenía que provocarle mucho la embestida pero David dejó patente el gusto y el temple que tiene y el buen momento que está atravesando.

El matador David de Miranda, durante la lidia de su primer toro. El matador David de Miranda, durante la lidia de su primer toro.

El matador David de Miranda, durante la lidia de su primer toro. / CARLOS DÍAZ/ EFE

  • Ganadería: Seis toros de Pallarés de correcta presentación, mansos en general y sin fuerzas.
  • Toreros: José Garrido, de gris perla y oro, oreja, silencio tras aviso y silencio; David de Miranda, de verde hoja y oro, ovación en el único que mató; José Antonio Lavado, de espuma de mar y oro, ovación y palmas
  • Incidencias: Media plaza en La Malagueta. Se guardó un minuto de silencio por el picador Salvador Herrero. Saludó tras un gran par en el segundo toro Javier Valdeoro. Saludó tras parear al tercero Fernando Pérez.
  • Parte médico: Herida contusa de unos 8 cm en cara posterior de tercio superior de muslo izquierdo. Herida contusa de 5 cm en cara posterior de glúteo derecho sin afectación interna. Hematoma retroarticular derecho no expansivo. Pronóstico grave

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