Apenas han transcurrido tres días desde que la Feria de Málaga encendiera sus luces pero el malestar de los vecinos del centro ya es más que notorio. El colectivo defiende la necesidad de ofrecer a los visitantes la posibilidad de disfrutar o no de la fiesta y cree que el consumo desmedido de alcohol en la calle, que este año se está prologando hasta altas horas, no hace sino perjudicar la imagen de la ciudad. Una situación que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, calificó ayer de "compleja", por lo que no descarta llevar a cabo "alguna acción de control más intensa".

El regidor, que confía en el "sentido común y buen hacer de los jóvenes", espera conseguir la "convivencia entre el ocio y el descanso de los residentes", para lo que, a su juicio, puede contribuir el hecho de que en esta edición, como novedad, las casetas de la zona joven en el Real de la Feria abran sus puertas a partir de las 17:00. "Es muy importante ofrecer un espacio en Cortijo de Torres para llamar la atención y convertirse en una alternativa al centro. Hay que insistir en ese camino y lograr que no haya excesos ni tampoco permisibilidad total en cuanto a horarios y molestias que el centro sufre con la Feria", aseveró De la Torre, convencido del "fuerte potencial" que tcaracteriza al Real.

El balance que de los primeros días recoge la vocal de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, Esther Ramírez, no parece arrojar resultados positivos. "Estamos recibiendo muchísimas más quejas respecto a años anteriores. El botellón se ha retomado con más ímpetu. Muchos vecinos no pueden entrar en su aparcamiento ni siquiera después de las 19:00, cuando se supone que acaba la fiesta", se lamentó la Caneda afirma que la Policía será más "contundente" con las actitudes "incívicas" su juicio, "no es sencilla". "Lo haremos poco a poco. No podemos quitar la Feria del Centro por decreto ley porque unos cuantos gamberros la destrocen. Se hace un esfuerzo para que las calles estén presentables por la mañana", explicó el concejal.

En este sentido, el alcalde de Málaga precisó que, en materia de seguridad, se viene trabajando para minimizar los efectos de las concentraciones de alcohol en el centro e incidió en la importancia de encontrar un "equilibrio" entre la "exigencia" de la norma que prohíbe beber en la calle y "una cierta flexibilidad" a la hora de aplicarla durante esta fiesta. Según el regidor, la Feria del Centro es "un gran atractivo para la ciudad y los vecinos están dispuestos a colaborar".

También para los servicios de limpieza, el hecho de que los jóvenes prolonguen su estancia en el casco histórico hasta bien entrada la noche es un inconveniente. "Los operarios llegan a las 18:00 y a las 22:30 aún no han podido empezar a trabajar", indicó la presidenta de la asociación de vecinos, María José Soria