Dragones y geishas: un oasis dentro de la Feria para 'niños' de 0 a 85 años

La Feria de Málaga es una fecha mucho más que señalada en el calendario. Fiesta, buen ambiente, música, risas y trajes de flamenca llenan las calles del centro y el Real Cortijo de Torres durante esta semana. Sin embargo, cuenta con un espacio lleno de arte y cultura dedicado a los más pequeños: la Feria Mágica. Y muy desconocido para la mayoría.

"Es un oasis dentro de la Feria, un espacio lúdico y cultural en el que se presentan actividades enfocadas para niños. Niños de 0 a 85 años", comenta entre risas Alberto Díaz de la Quintana, coordinador de la Feria Mágica. "Con que tengas alma de niño aquí te lo vas a pasar muy bien".

Se trata de una celebración que a lo largo de su historia ha pasado por el Parque de Málaga y Calle Alcazabilla para finalmente recaer en la Plaza de la Merced. La Feria Mágica cuenta con una programación repleta de actividades. Circo, títeres y animación durante todo el día e incluso un carrusel ecológico impulsado por una bicicleta.

"Es una buena forma para que los niños se den cuenta de que puede haber un ocio sostenible. No es necesario meterse en un carrusel movido con máquinas que llevan gasoil. El ingenio humano es capaz de crear cosas tan divertidas y que no necesiten estropear el medio ambiente ni utilizar máquinas para nada", asegura Díaz de la Quintana. Además, cuenta con la presencia de varias compañías como La Pili, Diamante y Rubí o Artrastro, entre otras.

"A la gente le interesa mucho y le parece muy curioso el tema de los zancos. Además, con la música y los bailes animamos bastante el pasacalle", explica Aroa Rebola, zancuda de la compañía La Carpa Teatro. "Es verdad que los más pequeños al principio se asustan un poco entre el maquillaje y que nos ven tan altos, pero luego les acaba llamando mucho la atención y les gusta bastante".

"Nosotros tenemos un espectáculo llamado Alma y su gemela", indica Pilar Esteban, también conocida como La Pili, cuya compañía lleva participando nueve años en la Feria. "Nuestra peculiaridad es que llevamos música y voz en directo. La historia es creada por mí y habla del hilo rojo que conecta a la naturaleza con la humanidad. Un hilo que se ha roto, y tenemos que salvar el mundo entre todos. Los niños participan y está funcionando muy bien", añade. "Dentro del espectáculo hay un robo de un mantón de Manila, y los niños se vuelven locos porque no quieren que el malo robe el mantón porque es lo que ayudará a salvar el mundo. A los padres también les gusta porque nuestra música es de los años 80 y 90, así que conecta tanto con mayores como con los niños", concluye.

La idea de esta feria surgió hace 30 años y desde entonces se ha celebrado ininterrumpidamente a excepción del año de la pandemia. "En la Feria del centro no había un espacio infantil, donde los niños pudieran estar con sus familias, y surgió la idea de crear este espacio lúdico, siempre temático, en el que cada año utilizamos un tema diferente", añade Díaz de la Quintana.

El folclore oriental es el protagonista de la edición de este año, con la llamada 'Feria del Dragón'. Egipto, Cervantes, los hermanos Green, el mar, la Málaga musulmana e incluso la romana también se han dejado caer para celebrar la Feria Mágica. "Cada año trabajamos temas diferentes, que hagan pensar a los niños y les fomente querer descubrir cosas. Queremos que cuando lleguen a casa estudien qué es lo que han visto y al mismo tiempo que se diviertan, pero lejos del bullicio, el ruido y el alcohol. También es una forma de que vean teatro de calle, ya que normalmente no tienen la oportunidad", comenta el coordinador.

Tras 30 años de historia, se ha convertido en una tradición que no cae en el olvido. "El otro día vino una señora y me dijo: Alberto, Alberto, ¿no te acuerdas de él? Era un hombre de unos 40 años. Yo lo traía cuando era pequeño a ver tus títeres, y ahora traemos a su hija. Era una abuela que me traía a su nieta cuando siempre me había traído a su hijo. Tenemos muchas generaciones de gente fiel que le gusta la cultura y el teatro. Es vivir y ver la feria de una manera diferente, para hacerla muy tuya", concluye Díaz de la Quintana.