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Álex García: "A mí, a día de hoy, lo que más me apetece es vivir"

Álex García durante la entrevista.

Álex García durante la entrevista. / Javier Albiñana

Hace calor en la terraza del AC. Aunque la vista sea una delicia desde las alturas, las esperas son agotadoras. En esos ratos muertos ves a los actores, actrices y cineastas ir de mesa en mesa atendiendo a los periodistas, respondiendo, quizás, las mismas preguntas y puedes comprender que lleguen sin ganas a la última entrevista de la mañana. Pero no es el caso de Álex García, que ofrece un rato de charla amable, generosa y atenta para hablar de la última película de Félix Viscarret, Una vida no tan simple. Mientras sus compañeros de reparto Miki Esparbé y Ana Polvorosa hacen lo propio en este lunes del Festival de Málaga, García habla de este y otros proyectos en una profesión que, fundamentalmente, le ha hecho crecer y aprender viendo la vida desde decenas de ángulos diferentes. 

-¿Cómo ha sido el viaje con esta película?

-Ha sido muy bonito. Es que Félix lo hace fácil, porque tiene algo como pocos, un talento impresionante y, además, es buena persona y está enfocado en serlo, está atento a ello. Y eso le da una virtud a sus personajes y a sus proyectos diferente. Se permite hacer propuestas artísticas poéticas que llegan de forma muy natural, sin forzarlas.

-¿Qué recorrido le ve a la película?

-Siento que va a tener un buen recorrido. No es una película que vaya de equipo de Champions, sino que va de poco a poco, del boca a boca, su camino va a ser natural e imparable. 

-Los cuarenta no son una edad tan simple...

-Como todas... Los treinta también tenían su aquel y mi amigos que están en los cincuenta me dicen que tres cuartos de lo mismo, que esto no se acaba, que no te dejas todas las crisis atrás... Lo que sí es verdad que siento ahora es que la vida es tan simple como nosotros elijamos. Los problemas están ahí para cada uno de nosotros y de ti depende en lo que los conviertes. Si te equivocas, puedes reconocerlo y arrepentirte para no volverte a equivocar y si se equivocan contigo y te hacen daño, aprender a perdonar y a perdonarte. 

-¿Por qué ahora se habla tanto de la crisis de la paternidad?

-Pues hay algo evidente y es que por fin el hombre se está responsabilizando de lo que nunca se había responsabilizado. Por eso está empezando a quejarse de algo que no conocía, como el sacrificio que hay detrás de los hijos. Afortunadamente, el hombre está empezando a darse cuenta de muchas cosas en los últimos años. 

-¿Era un territorio desconocido hace unas décadas? 

-Totalmente. Yo no soy padre y no lo he vivido, pero recuerdo como mi padre y mi abuelo se relacionaban con la paternidad y era desde un lugar de indiferencia. Ahora es precioso que se esté cambiando eso, claro que sí. 

-¿En esta etapa de la vida también abundan las crisis profesionales?

-En mi profesión, una de las cosas que no te enseñan, a pesar de ser importantísima, es que vives en constante crisis, da igual lo que hayas hecho antes. La película da algún tipo de solución al respecto, pero yo ya me había hecho mi trabajito durante muchos años para sentirme agradecido y feliz cada día simplemente por elegir las historias que me apetece contar. Y si no me las ofrecen, las escribo yo. Y ver que no es más que eso mi profesión. Estar más o menos presente en el foco mediático no creo que sea más importante que ningún factor de mi vida ahora mismo. 

Álex García posa sonriente en la terraza del hotel AC Málaga Palacio. Álex García posa sonriente en la terraza del hotel AC Málaga Palacio.

Álex García posa sonriente en la terraza del hotel AC Málaga Palacio. / Javier Albiñana

-¿Ha tenido alguna vez ganas de huir de esto, de salir corriendo?

-Sí, constantemente. La mayoría de los actores dejamos la profesión varias veces a lo largo de nuestra carrera. Ha habido años en los que me lo he planteado muchas veces. Esto es como la alegoría de la caverna de Platón. Cuando uno sale de la cueva y ve que la vida es muchísimo más que aquella pared oscura llena de sombras y luces, te das cuenta de todo lo que estabas eligiendo perderte por esta profesión. A mí, a día de hoy, lo que más me apetece es vivir. 

-¿El papel de su vida es siempre el que está por llegar?

-En el caso de Una vida no tan simple sentía que le podía aportar a mi personaje temas que Nico nunca hubiera visto. Sin embargo, la película me ha aportado a mí mucho. También he hecho personajes como el Kamikaze que no me lo esperaba y me enseñó muchísimo sobre la vida, sobre el perdón a todos los niveles. Me quedan muchas historias con las que aprender. El mes que viene estreno Fatum, protagonizada junto con Luis Tosar y Elena Anaya, un reparto maravilloso e igual, también me aportó mucho. Ahí mi personaje sí que es padre y aprendí cómo se deja de ser el centro para que tu hijo pase a ser lo más importante. 

-¿Cuesta desprenderse de esa piel en la que se mete un actor para hacerla suya?

-Depende del proyecto, pero ya hace un tiempo que me despego cada día y vivo, que es precioso vivir. Es verdad que la implicación que te brinda la propia historia, por la profundidad, por la dirección, por los compañeros, te va pidiendo más y más, y si no estás atento se lo vas dando y acabas yéndote a acostar con él metido en la cabeza. No hay que ser insensible ni frío, pero sí hay que aprender a discernir. 

-De otra forma no sería nunca Álex García...

Claro, ni este ser que hay debajo de Álex García, que no deja de ser un nombre. Debajo estamos tú y yo, y eso es algo precioso. 

-Empezó desde niño, ¿Qué le ha aportado esta profesión?

-Casi todo el trabajo terapéutico y personal que he hecho en mi vida lo he reforzado con los personajes. Ellos me han ayudado a ver algo sobre lo que había podido reflexionar o, incluso, nunca me había parado a ver, como cuando interpreté a un terrorista. Siento que lo que me ha aportado es poder vivir tantas historias que me han ayudado a crecer como persona. 

-¿Qué proyectos tiene a la vista?

-Ya hemos rodado la segunda temporada de Sagrada Familia y en mayo empezamos a rodar la segunda de El Inmortal

-¿Hay que ser proactivo en este mundo de la interpretación?

-Totalmente, siempre he sido muy curioso, me apetece levantar proyectos. Me siento muy afortunado, porque sé que hay un factor de fortuna en esta profesión, pero también sé todas las horas y la vida que he dedicado a crecer como actor y ofrecer lo mejor de mí en cada proyecto. Ahora siento un equilibrio entre lo que yo le he dado a esta profesión y lo que ella me está dando a mí. 

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