Daniel Guzmán presenta 'Canallas': “En la vida lo más difícil es ser libre, y como autor mucho más”

El cineasta regresa al Festival de Málaga con ‘Canallas’, una comedia loca que protagoniza junto a Luis Tosar y Joaquín González, su amigo desde los 14 años que debuta como actor junto a toda su familia

Daniel Guzmán este sábado en la terraza del hotel AC Málaga Palacio. / Marilú Báez

Contento, saludando a unos y a otros, emocionado por el recibimiento en el pase de prensa. Así estaba este sábado Daniel Guzmán, que regresa al Festival de Málaga con un proyecto personalísimo que ha tardado siete años en levantar. “Estoy muy ilusionado, la gente se ha reído mucho y era lo que quería”, dice.

–Se ha despachado a gusto en Canallas...

–(Ríe) Sí, total. Cuando haces algo así, tan personal y diferente tienes que ir a por todas. El riesgo es mucho mayor, pero para todo. No hay que dejar las cosas a medias. Por eso hacer películas así te llevan tantos años, son cosas muy particulares.

–¿Ha cambiado mucho la historia desde que la ideó?

–Siempre pensé en contar esta historia, aunque hubo 10 ó 15 versiones de guión, como suele ocurrir. También sabía que quería contar con Joaquín, el protagonista, que creo que se va a convertir en un monstruo, un fenómeno social, es un tío impredecible, genera una comedia brutal. Para mí él era la esencia y su familia real. Y luego, mezclado con actores profesionales. Movistar y Universal me pidieron que estuviese para controlarlo un poco todo, es una apuesta tan arriesgada que necesitaban un poco de garantías. Aquí la apuesta ha sido más alta que en A cambio de nada, así que da más miedo. Hay dos actores no profesionales de 75 años.

–La madre de Joaquín, el protagonista, es tremenda...

–Sí, Esther Álvarez es espectacular, la energía y la comedia que tiene. Esther es la madre real de Joaquín, el protagonista, Brenda es su hija y Chema su hermano. Son una familia de verdad y viven juntos.

–¿Por qué ellos?

–Conozco a Joaquín desde los 14 años y llevo toda la vida riéndome a carcajada limpia con él. Somos tres descerebrados, tres canallas que lo único que nos gusta es reírnos. Estamos todo el día puteándonos y riéndonos de nosotros mismos. Me parecía que tenía que ser él porque genera comedia.

"Creo que la risa es necesaria y que hay que reírse más que nunca"

–¿Qué hay de verdad y qué de ficción en Canallas?

–Él dice que es un empresario, pero que le falta hacer la operación de su vida, mientras tanto sigue viviendo en casa de su madre con su hija. Así que no sabría decir lo que tiene de verdad o de mentira esta película. Roza tanto la realidad y el surrealismo... Eso sí, el arranque de la película es verdad, aunque nadie crea que quemamos el coche del padre de Joaquín. Y como esa, mil. Hay algunas cosas que se pueden contar porque están prescritas y otras no.

–¿Pero no habrá intentado usted vender la dentadura de Hitler?

–No, eso sí es inventado. También el que el padre quiera quitar a su hija de estudiar para hacerla campeona de yoyó, aunque Brenda es subcampeona de Europa de verdad. En la ficción lo que quería hacer ahí es una crítica social sobre esos padres que quieren proyectar sus frustraciones en sus hijos y les fastidian la infancia.

–El barrio está muy presente...

–Sí, es la referencia de mi adolescencia, tengo una relación muy especial con mis amigos, en el fondo es otra historia de amistad aunque mucho más canalla y disparatada. Pero estos hombres son los mismos que los chavales de A cambio de nada, solo que tienen 50 años y siguen haciendo las mismas barbaridades.

–¿Cree que el público empatiza con estos perdedores?

–Son gente que tiene humanidad, que son muy peculiares y que, aún en las peores circunstancias te apetece que les salga bien... Pero es una historia de perdedores del barrio, donde hay alegría, comedia, orgullo, ganas de salir adelante. Y estos no tienen autocompasión, se ríen hasta de sus circunstancias. Nosotros en las peores circunstancias también nos reímos. Nos han echado de tanatorios en cuarenta ocasiones. Creo que la risa es necesaria y que hay que reírse más que nunca.

–Es verdad que tiene algunos momentos muy divertidos...

–Sí. ese humor popular, ese humor absurdo que tiene mucho que ver con nuestra idiosincrasia, con nosotros, es una herramienta maravillosa.

"He hecho la película que he querido, he tenido una libertad creativa y autoral absoluta"

–¿Teme a la crítica?

–No. Y digo por qué. Porque he hecho una película libre, he intentado alejarme de formulismos, de convencionalismos, una comedia popular pero personal. He intentado no seguir esos patrones comerciales que te marcan las televisiones o plataformas. En mi caso Movistar ha sido un apoyo incondicional en todo momento y ha creído en el proyecto hasta el final por su elemento diferencial. Universal también. Me dolería, no lo puedo negar, porque son muchos años de trabajo y tiene una intención y todo está medido, si no funciona es porque me he equivocado. Pero el tiempo me dará otras respuestas y entenderé que hice la película que quise hacer. Ahora mismo en la vida lo más difícil es ser libre y como autor mucho más, porque te tienen que dictar el camino por el que tienes que seguir si no no hay producción. Pero yo he hecho la película que he querido con una libertad creativa y autoral absoluta y eso es lo mejor que se puede hacer. Aunque también hay que estar abierto al fracaso, que es lo que mejor te forma y te hace evolucionar.

–¿Es una película para cines o se verá en plataformas?

–Se estrena el 1 de abril en cines, sale con un número de copias bastante importante, que está hecha con una factura y un sonido para disfrutar en sala, está concebida para el cine. Luego tendrá un estreno en Movistar+. Tenemos muchas ganas de que la gente vuelva a las salas, que lo puedan disfrutar con su gente, como antes, que ir al cine era un ritual.

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