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Nathalie Poza y Javier Gutiérrez buscan una segunda oportunidad tras la catástrofe en 'Honeymoon'

Nathalie Poza y Javier Gutiérrez durante la entrevista.

Nathalie Poza y Javier Gutiérrez durante la entrevista. / Javier Albiñana

Cuando parece que ya no hay resurrección posible para el matrimonio de Eva y Carlos, la muerte de su hijo Jonás y la necesidad económica que se les plantea para poder repatriar su cadáver los unirá en la búsqueda de una salida, sea cual sea la forma de hacerlo. Javier Gutiérrez y Nathalie Poza, con la maestría propia a la que tienen acostumbrado al espectador, protagonizan Honeymoon, una película de Enrique Otero que se ha presentado en la Sección Premiere -fuera de concurso- del 26 Festival de Málaga

"Hay una combinación de géneros que hace difícil de clasificar esta película, como la vida, eso es lo que tiene", considera Nathalie Poza. "Jugar con los géneros y saber dónde colocarlos es también una virtud de Enrique, el guión es fascinante, todo estaba ahí. Sobre el papel me arrastró desde la página uno, me atrapó, me mantuvo muy atenta, que es algo que no me suele pasar", agrega Poza. En otros casos, dice la actriz, "todo parece más previsible, en Honeymoon no, así que me imaginé rodando, me imaginé la película que quería ver y tenía al mejor compañero imaginable, así que fue un sí con cada poro de mi piel". 

En la película hay drama, pero el sufrimiento se muestra desde la contención. "Cuando trabajas situaciones tan límite no puedes echarle más manteca", apunta Javier Gutiérrez. "Creo que este trabajo se entiende desde la sobriedad, desde la contención, desde un trabajo muy descarnado pero también muy honesto y con un nivel de compromiso importante, sino nunca llegaríamos a tocar esa tecla necesaria para que el espectador haga el viaje y los entienda de alguna manera", agrega. 

También defiende el protagonista de Honeymoon que "en situaciones límite nos comportamos de manera inimaginable". Señala Poza que, además, "la premisa de la historia no es ahondar en el dolor y profundizar en qué significa la pérdida en el alma humana, sino cómo salen adelante". Considera la actriz que "el hecho de que tienen que intentar repatriar el cuerpo de su hijo y conseguir dinero para ello mueve a los personajes hacia adelante, y yo creo que es una excusa para ver lo que es capaz de hacer el ser humano para avanzar, la película es un viaje de huida y vuelta". 

"El reto está también en pasar del drama al thriller, de ahí al humor negro, al romance, es muy difícil hacer esas piruetas en una película de hora y media", destaca Gutiérrez. "También tiene cosas del cómic", agrega Poza. "Esa niña que es como la voz de su conciencia, esa representación de la inocencia y la pureza, va llevando a los personajes hacia la luz sin decir ni una sola palabra, eso es mágico", considera la actriz. 

Mazinger Z, la venta a domicilio, el dvd, coches de hace décadas sitúan la película en una época y un lugar un tanto "deslocalizado", como dicen los actores. "Podría ocurrir en una provincia del sur, en el norte o en la América profunda, con esa policía que recuerda a Fargo", destaca Poza. En ese escenario si sitúan unos diálogos brillantes, "que para mí son la base de esta película", aclara la actriz. "Aunque nos ha dado mucha libertad, teníamos muy claro que no queríamos saltarnos ni una línea del guión", agrega. 

"Ha habido tiempo de ensayo, que es algo muy necesario y cada vez se hace menos, se hace una puesta en común, un diálogo y una confrontación para hacer tuyos esos diálogos, esos personajes", como subraya Gutiérrez. Y a través del viaje de Eva y Carlos se van conociendo los quiénes y porqués que han provocado el deterioro de su relación. "La trama no es complicada, pero tienes que estar en la película, exige un espectador activo", dice Poza. 

De buscar segundas oportunidades se habla mucho en Honeymoon. "Si no hay otra oportunidad, debemos buscarla, no quedarnos en el primer no, esta peli va de eso, ahora que rápidamente cambiamos de pareja, que todo es tan aquí y ahora, nos hace reflexionar sobre por qué no damos una segunda oportunidad a esa persona que hemos amado y que está a nuestro lado", comenta Gutiérrez. 

"También habla de la segunda oportunidad tras la catástrofe, porque parece que cuando tocas fondo lo siguiente es la muerte y el tirarlo todo por la borda y es muy bonito que tras el suceso más grave y aterrador aparece la vida que nunca has tenido", subraya Poza. "La película es muy valiente, los coloca en un lugar muy oscuro y ven la luz, y eso es algo muy esperanzador", añade. 

Contar lo que les ocurre todos los días a las personas normales, como señala Poza, hace que "muchos espectadores se vayan a sentir reflejados, interpelados", afirma Gutiérrez. "Problemas económicos, de la familia, de la pareja, se trata de la supervivencia, no son héroes, son una pareja como cualquiera", apunta Poza. Y junto a esto, "hay una crítica, además, a la sociedad que nos rodea, tan deshumanizada y que es incapaz de empatizar con el dolor ajeno, si a mí no me toca no quiero que me salpique", comenta el protagonista. 

Honeymoon es, en boca de sus actores, "una película que va más allá, que tiene muchas lecturas, muchas capas y que es muy interesante para un espectador que quiera sentarse a disfrutarla y a estar muy atento a lo que pasa". 

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