Las claves para elaborar un buen cóctel deben residir aparte de en el dominio de la materia, en la espontaneidad y la simpatía con la que un bartender te ofrece una copa. Saber qué es lo que tomas y entenderlo es un plus añadido que hace que todo en su conjunto, con ese aire tan peculiar que lo envuelve, se convierta en otra expresión más de arte. De acuerdo con esto tienen que estar los diez concursantes que esta semana se han dado cita en Barcelona para defender, en inglés con acento muy español, uno de los tres puestos que se jugaban para disputar junto a franceses, italianos y griegos la final de Europa del Sur del concurso de coctelería Bacardi Legacy Coktail, organizada por la famosa marca de ron.

Muchos nervios entre los representantes, dos de ellos andaluces, que pusieron la chispa humorística y hasta lograron que la poca templanza pareciera parte del show. Uno de ellos Ángel Arruñada, de Fuengirola, de enhorabuena, puesto que fue uno de los seleccionados junto a su cóctel El murciélago para viajar a Francia y disputar allí la semifinal. Este malagueño, hijo de padres hosteleros ligados desde siempre al mundo de la coctelería, aseguraba que es primordial asentarse sobre una base e innovar sobre ésta. También recalcó la importancia de inspirarse en la cocina, modalidad muy ligada a este mundo y primordial para entenderlo. "Al fin y al cabo esto no es más que una conjunción de sabores y por eso yo suelo usar muchos productos de nuestra tierra que generalmente no están en el mundo de la coctelería, como los vinos de Jerez, con los que me encanta trabajar".

Y es que el sur tiene mucho que ofrecer en este campo ya que además de los dos concursantes andaluces: Javier Quiñones, de Cádiz y el propio Arruñada, entre los asistentes al evento, había muchos sureños afinando el oído para captar posibles ideas para sus negocios. Una tierra, la nuestra, que ofrece una buena cantera como bien asegura Carlos López, profesional del sector detrás de la idea Al Andalus, empresa con la que se pretende dar formación y apoyo a todo aquel que se quiera iniciar en el mundo de las mezclas de bebidas espirituosas.

De enhorabuena también el ganador del año pasado, el cordobés Jaime Añón que se alzó con el premio nacional y pudo disfrutar de la final mundial de Sidney hace unos meses y que no quiso perderse la cita con los que serían los nuevos herederos de su título. Todo en el mismo corazón de Las Ramblas, escenario de esta edición, que no ha sido en la Casa Bacardí situada en Sitges, emblema de la marca.