El delicado estado de salud de María Teresa Campos, con un deterioro del que la quiere preservar su familia, impedía que su 82º cumpleaños, que se celebraba este domingo, fuera más allá que el encuentro de sus más allegados, en un almuerzo de lo más sencillo.

La veterana periodista criada en Málaga, estrella matinal de la televisión durante dos décadas, se halla recluida en su actual domicilio en Las Rozas. Está atendida por un par de cuidadoras que se turnan, con la presencia de sus dos hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, que aunque entre ellas no tienen la mejor relación intentan acompañar el mayor tiempo posible a su madre. Terelu ya declaró días atrás que su madre sufre un "deterioro cognitivo importante". Está ajena de la situación profesional de sus hijas que se van al paro con la conclusión de Sálvame este próximo viernes. Incluso no habría sabido que este domingo era su cumpleaños.

Alejandra Rubio, nieta de la comunicadora, hija de Terelu, estuvo junto a su abuela en este almuerzo, compartiendo una foto de ambas en las que la felicitaba en las redes, aunque no fuera a leer ese mensaje. "Feliz cumpleaños, abuela. Te amo".

María Teresa Campos y su nieta Alejandra Rubio en la foto compartida en este 82º cumpleaños

Rubio ha estado con sus padres, "el yerni", como le decían familiarmente, Alejandro Rubio, junto a su ex, Terelu, además de Carmen Borrego, su marido, José Carlos Bernal, y la hija, Carmen Rosa. Además de Toñi Moreno, "que es como de la familia", ha detallado Alejandra, que sobre el almuerzo indicaba al programa Fiesta que era "una comida, como todos los años, juntos y ya está".

Con Alejandro Rubio tuvo María Teresa una cordial relación aunque se divorciara de su hija y de ahí que quisiera estar con ella en un día tan señalado, pero en circunstancias tristes. Quien no habría estado este domingo ha sido el chófer de la periodista durante muchos años, Gustavo, persona de confianza.

Pese a su deterioro, María Teresa Campos mantiene unida a su familia y la ausencia de más personas en su cumpleaños se debe a la necesidad de estar tranquila tras haber tenido un bajón en su salud a raíz de la caída sufrida en su casa en las fechas previas a la Navidad.