Pasarela

Michelle ha hecho las maletas

  • El hotel Villa Padierna en Marbella espera este miércoles a la 46ª primera dama de los Estados Unidos.

El hotel Villa Padierna espera mañana a la 46ª primera dama de los Estados Unidos. Pero también a la madre de Malia Ann y de Natasha, Sasha, (de la que estará acompañada), como prefiere destacar ella misma. La mujer del presidente del país más importante del mundo nunca ha querido perder de vista que es también la esposa de aquel joven abogado que conoció en Chicago y que es una madre de familia más, preocupada por la educación de sus retoños y, por tanto, de los hábitos de millones de niños norteamericanos. Bienvenida, Mrs. Robinson, es decir, Mrs. Obama.

Michelle Obama (Michelle La Vaugh Robinson, de soltera), 46 años, nacida en Chicago el 17 de enero del 64, es la más carismática primera dama desde los tiempos de Jacqueline Kennedy, tal vez disputándose el honor con la que fue rival de su marido en el camino hacia la Casa Blanca, Hillary Clinton (que no la invitó este fin de semana a la boda de su única hija, por cierto). No es sólo el amable florero que acompaña al presidente, como fueron algunas de sus predecesoras, sino que está implicada en su mundo y en lo que ha de regir su marido, pero, con conciencia de conciliación laboral, dedicando el suficiente número de horas a sus hijas, de 13 y 9 años.

Michelle vivió en un barrio humilde de Chicago. Su padre, Fraser Robinson (descendiente de una familia de esclavos de Carolina del Sur), trabajaba en la empresa local de tratamiento de aguas y fue quien le inculcó el orgullo de su identidad afroamericana, lo que le llevó a estudiar Sociología en Priceton. En la prestigiosa Harvard estudiaría Derecho (donde destacó por su lucha por la representación de las minorías) y fue al acabar la carrera, en un bufete de abogados de la gran urbe de Illinois (Sidley & Austin), donde conoció a Barack Obama, con quien se casó en 1992. La carrera hacia la presidencia estaba en el horizonte de las ilusiones. El futuro presidente nunca iba a navegar solo en esa singladura de dos decenios que culminó en enero de 2009 con la toma de posesión. Hasta entonces ella había sido vicepresidente del Hospital Universitario de Chicago, mientras su marido destacaba como senador hasta convertirse en el candidato presidencial demócrata.

La mujer del presidente es una defensora de la familia y de la calidad en los servicios sociales. Es una apasionada de España, como país de crisol de culturas (aunque su marido se haya liado con la historia en algún que otro discurso) y por su desarrollo social. Va a relanzar no sólo la marca España como destino turístico, sino también a la Costa del Sol y de paso, a Marbella. En su estancia marbellí tiene previsto acudir al acto benéfico promovido por Eva Longoria y Antonio Banderas, además de una posible visita a la Alhambra junto a la debida respuesta a la invitación de los Reyes a acercarse al palacio de Marivent.

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