La farola

La Antxoeta renueva su apuesta gastronómica: seis novedades en su carta que degustar

Platos de La Antxoeta.

Platos de La Antxoeta.

Si la revista prestigiosa revista Salón de Gourmets puso el foco en su excelente trabajo de sala, es porque las cosas en La Antxoeta se hacen bien. Cristina Socorro fue galardona hace meses por su trato, tacto y esmero con el cliente en este restaurante que maneja desde los fogones el chef Pablo Caballero. Se encuentra en calle Barrios, 7, en pleno corazón del Soho de la capital malagueña, y desde hace pocos días cuenta con importantes novedades en su delicada y siempre refrescante carta, a la vanguardia y siempre con producto de primera.

Su carta siempre responde a un enfoque en productos del mar y locales, con elementos esenciales como las anchoas con caviar de tomate, que hacen una introducción exquisita a cualquier buen almuerzo o cena, así como los boquerones o las sardinas ahumadas, clásicos en La Antxoeta. Uno de sus platos estrella son los canelones de Maruchi, una deliciosa fusión de carne y bechamel que te hará pedir más pan. Además, la ventresca y la lubina ofrecen una experiencia culinaria extraordinaria.

El interior de La Antxoeta. El interior de La Antxoeta.

El interior de La Antxoeta.

Pero su carta arroja novedades donde ha ganado protagonismo también la verdura, especialmente la de temporada, elaborado platos con mucho mimo, esmero y esa pizca de creatividad que aporta desde la cocina Pablo Caballero. ¿Qué me dicen ante un 'hinojo a la brasa con crema de parmesano y pistachos' o una 'berenjena escalibada, crema ajo asado, culis pimientos y mojo verde'? ¿Y cómo suena una 'crema de guacamole con encurtidos, navajas y polvo de queso lame, de origen sirio? No son las únicas novedades que se pueden encontrar desde ya en La Antxoeta, también se pueden pedir los 'puerros confitados, mozzarella y salsa de alcaparras', la 'zanahoria escalivada con salsa strogofe' o 'cebollas escalivadas con romesco y ajo negro'.

Sin duda, nuevos viajes que te transportan a nivel culinario por ese viaje que que recomiendan siempre con mucho tino en el número 7 de la calle Barroso, un acogedor restaurante, aunque de dimensiones pequeñas, con pocas mesas, que ofrece un servicio que está a la altura de la calidad de sus platos. Debido al número limitado de mesas, se aconseja hacer una reserva previa para asegurarse un sitio el día deseado. Además, la experiencia resulta aún más gratificante al seguir las sugerencias del personal de sala, como decimos, reconocido por la alta escuela. Y eso, eso siempre son palabras mayores, sobre todo si se siguen también sus recomendaciones para maridar.

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