La farola

La revista 'Viajar' también se rinde a Málaga: la ciudad que conquistó a artistas, músicos y cineastas

La calle Larios.

La calle Larios. / CIVATITAS

Una vez más, y ya van unas cuantas en los últimos meses, las grandes revistas en español se están fijando en Málaga y sus cada vez más múltiples encantos. La ciudad atrae cada vez a más turistas engatusados no sólo por el excelente clima, sino también por la amplia oferta cultural y gastronómica que ofrece toda la provincia. "Una ruta para los cinco sentidos por la ciudad que conquistó a artistas, músicos y cineastas", aventura la edición de marzo de Viajar, la primera revista española de viajes que se edita desde 1978 y está ante su 45 aniversario.

"Málaga hedonista" es el titular del reportaje realizado a la ciudad, en el que exponen que "es un festín para los cinco sentidos: gusto, olfato, tacto, vista y oído; foco de atracción para los amantes del buen vivir y confluencia de potentes fuerzas creadoras". La revista lleva a sus lectores a un viaje por Málaga, sus costumbres y su gastronomía. En su primera parada se detienen en el restaurante Las Palmeras, en Pedregalejo (en el número 97 del P.º Marítimo el Pedregal), donde reflexionan de ese dicho tan malagueño de que para pedir unos espetos, mejor en meses sin R.

Tras almorzar una cerveza Victoria y tomar dos espetos, o lo que es lo mismo, 12 sardinas, la revista se pega una caminata de 45 minutos desde Pedregalejo hasta el corazón de la ciudad, el centro de Málaga. Allí se detiene entre la gran oferta cultural de la ciudad. Una visita al Museo Picasso es un obligatorio si paras en la Costa del Sol, más si cabe en un año tan especial en el que se conmemora su figura, el 50 aniversario de su adiós.

"Dejando atrás la Puerta de las Cadenas de la Catedral de la Encarnación, y subiendo por la calle Agustín, aparece el Palacio de Buenavista, joya arquitectónica del siglo XVI en el que se aloja el museo. Se encuentra el corazón de la antigua juerga de la ciudad y arquitectónicamente combina elementos renacentistas y mudéjares", dice sobre el Museo Picasso, adentrándose en él y realzando una de las obras que esconden en él: "Nada más entrar, en la primera sala del museo, me doy de bruces, sin previos, con Las señoritas de Aviñón. Desde el otro lado de la sala, esta pieza resplandece como si poseyera una luz interior. Al acercarme, descubro que he sido engañado por mis sentidos. No es un cuadro, sino un tapiz realizado por la artista francesa Jacqueline de la Baume".

El Museo Picasso de Málaga, desde la Alcazaba. El Museo Picasso de Málaga, desde la Alcazaba.

El Museo Picasso de Málaga, desde la Alcazaba. / Javier Albiñana

Tras enumerar el resto de la amplia ofertas de museos de Málaga (Carmen Thyssen, Museo de Málaga, Casa Natal de Picasso, Centro Pompidou, La Térmica...), desde Viajar ponen el foco también en el gran número de librerías "muy buenas" que tiene Málaga, con parada en Áncora, otra que cumple 50 años este año. Tras esta parada sigue su paso gastronómico y de clásicos en El Pimpi, tras recorrer calle Granada: "Antonio Banderas lo considera uno de sus restaurantes favoritos". "Una berenjena frita con miel de caña, media ración de adobo malagueño y una copa de vino dulce Cartojal", componen su parada para reponer fuerzas.

Desde la prestigiosa revista hace una última parada en la Plaza de los Artesanos, donde menciona el taller de la lutier Magdalena Aguilar Huéscar, la Academia Galamian o el taller de cerámica de Alfonso Rot. Realiza una última caminata por calle Larios, divisa la Alcazaba, se sienta en los jardines Manuel Atencia García y contempla el teatro romano antes de cerrar con un claro mensaje: "Aún no me he marchado, pero ya pienso en volver a Málaga".

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