Si buscas en Google Philly Cheese Steak encontrarás infinidad de resultados y es que es uno de los bocadillos más típicos de Estados Unidos, el clásico bocadillo de ternera americano que puedes encontrar especialmente en Philadelphia pero que, al igual que los perritos o las hamburguesas, también puedes dar con ellos en algún puesto de calle en tierras americanas. Esa especialidad típica estadounidense ha aterrizado en una hamburguesería de Málaga.

A aquellos que frecuenten las aplicaciones de comida a domicilio con Glovo o Uber Eats, entre otras, sabrán o conocerán seguramente a GOAT, una hamburguesería que se centra en el servicio delivery pero que cuenta con su espacio –e incluso barra para comer allí– en pleno centro de Málaga, en calle San Juan de Letrán, 13, muy cerquita de la Plaza de la Merced.

Son ellos los que entre su carta repleta de hamburguesas tanto de carnes –signature, classic, truffle o royal cheese– como de pollo empanado –Nashville, signature o dave chang–, cuentan con un pequeño secreto que muchos pasan por alto su limited Philly Cheese Steak.

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La historia del Philly Cheese Steak se remonta a los años 30, cuando dos hermanos de Philadelphia, en su intento por explorar más allá de los perritos, dio con esa mezcla entre carne de res, cebollas salteadas y queso fundido junto con el pan blando y típico de los perritos. La carne se corta en tiras finas y se cocina sin perder su jugosidad, después viene la cebolla, cortada en rodajas y apartada cuando inicia su caramelización, y por último el queso, ya sea cheddar u otra variante típica, que al ser fundido empapa todo el bocadillo previamente tostado en el calor y jugo de la carne. En Philadelphia, amantes de este bocadillo fijan parada obligatoria en el Geno's Steaks y Pat's King of Steaks.

Así elaboran el Philly Cheese Steak en GOAT.

Pero en Málaga se puede probar ya este bocadillo tan típico americano en GOAT, el Philly Cheese Steak, donde apuestan con 300 gramos de ternera, salsa philli, salsa cheddar y cebolla roja sobre pasa de masa padre con un precio, quizá algo elevado, de 19,90 euros. Sin duda, un bocado a la esencia de Estados Unidos y con un sabor que eleva a cualquiera. Cabe destacar también que sus patatas fritas, caseras, tienen una nota elevada para las habituales que ofrecen este tipo de establecimientos delivery.