Ni el Caribe ni las Bahamas, esta es una de las playas más turquesas del mundo y está en Málaga

La playa Cala Torre del Pino tiene aguas limpias y cristalinas como pocas en el mundo dada su naturaleza salvaje y difícil acceso

Se encuentra entre la Playa de las Alberquillas y la Torre del Pino, una antigua torre vigía que da nombre al enclave

Una playa de las de antes: tranquila, de difícil acceso y de aguas cristalinas en Málaga

La cala Torre del Pino.
La cala Torre del Pino. / visita.nerja.es

El calor estival ya se ha asentado en la provincia de Málaga y con él llega la búsqueda de espacios donde escapar del asfalto y refrescarse. Mientras las playas más conocidas de la Costa del Sol se llenan cada fin de semana, aún sobreviven rincones prácticamente vírgenes que permiten disfrutar del mar en un entorno natural, lejos de las multitudes. Uno de esos lugares es la Cala Torre del Pino, un enclave de acceso complicado pero recompensado con aguas cristalinas y un entorno de acantilados que conserva su carácter salvaje.

Ubicada en el término municipal de Nerja, esta playa forma parte del Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, un espacio protegido en el que la vegetación mediterránea y la geología abrupta dibujan un paisaje singular y preservado.

La Cala Torre del Pino se encuentra entre la Playa de las Alberquillas y la Torre del Pino, una antigua torre vigía que da nombre al enclave. Se compone de dos pequeñas calas separadas por formaciones rocosas que cayeron de los acantilados, y está rodeada por una vegetación abundante en pinos y chumberas, que no solo actúan como barrera natural contra el viento, sino que además contribuyen al aislamiento del lugar.

Lo que más llama la atención del visitante es el intenso color azul y turquesa de sus aguas, con una transparencia que resulta sorprendente incluso para quienes están acostumbrados a las playas andaluzas. Esta calidad del agua, unida a la escasa ocupación que mantiene incluso en los meses de julio y agosto, convierte a la cala en un refugio ideal para quienes buscan experiencias más íntimas en contacto con la naturaleza.

El acceso, un reto que garantiza la tranquilidad

La tranquilidad de Cala Torre del Pino se debe en gran parte a su difícil acceso. Para llegar hasta ella es necesario descender por un sendero abrupto que incluye escaleras excavadas en la roca, algo que requiere cierta preparación física y calzado adecuado. La ruta comienza desde una zona de aparcamiento ubicada en la parte superior del acantilado, a la que se accede desde la carretera N-340, a escasos seis kilómetros al este de Nerja.

Este aislamiento natural impide la llegada masiva de turistas y ha permitido conservar la cala prácticamente intacta, sin edificaciones ni infraestructuras. Según informa la Diputación de Málaga, su localización y la dificultad del camino contribuyen de forma decisiva a la preservación del entorno.

Un paraíso para el buceo y el esnórquel

Gracias a la visibilidad de sus aguas y a la variedad de su fondo marino, Cala Torre del Pino es también un destino destacado para la práctica de esnórquel y buceo en apnea. Bajo la superficie se pueden observar diversas especies de peces, pequeños crustáceos y formaciones rocosas que crean hábitats marinos ideales para la vida submarina.

Vista aérea de la playa de la Cala del Pino.
Vista aérea de la playa de la Cala del Pino. / malaga.es

La Cala Torre del Pino carece por completo de infraestructuras turísticas. No hay chiringuitos, duchas ni vigilancia, lo que refuerza su carácter de playa natural. Este hecho, unido a su inclusión en una zona protegida, convierte el enclave en uno de los últimos reductos de playa virgen del litoral malagueño.

Cómo llegar a Cala Torre del Pino

El acceso se realiza por la carretera N-340, tanto si se parte desde el centro de Nerja —a unos 10 minutos en coche— como si se viaja desde Málaga capital, en un trayecto de aproximadamente 50 minutos. La vía serpentea junto al litoral oriental de la provincia, ofreciendo vistas panorámicas que acompañan hasta la llegada.

Una vez en la zona de aparcamiento, es necesario continuar a pie. El descenso hasta la playa, aunque corto, requiere atención y cuidado debido al terreno rocoso y la pendiente. Este esfuerzo, sin embargo, tiene como recompensa uno de los parajes más fotogénicos y menos alterados de toda la costa malagueña.

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