Esta casa es una obra de arte, está hecha por el Gaudí de la Axarquía de Málaga y se encuentra en Torremolinos
El creador de la Aldea Museo de El Valdés lleva ahora su legado artístico al corazón de Torremolinos
Antonio Montañez, el artista autodidacta que ha transformado su hogar en una obra de arte hecha con materiales reciclados
Mosaicos, relieves y símbolos personales dan forma a la casa más sorprendente de la ciudad
En una tranquila calle de Torremolinos, a escasos metros de la playa y de la emblemática Casa de los Navajas, se alza una vivienda que pocos pueden pasar por alto. Sus paredes están cubiertas de mosaicos de colores, relieves, esculturas y figuras que parecen cobrar vida con la luz del sol. Es la Casa Montañez, una obra singular creada por Antonio Montañez, un vecino nacido en Moclinejo conocido popularmente como el Gaudí de la Axarquía.
Este artista autodidacta ha dedicado su vida al arte y la artesanía. A sus más de setenta años, sigue trabajando cada día en su taller, situado en la planta baja de la casa, donde da forma a las piezas que decoran su particular universo. La vivienda, elaborada a mano con materiales reciclados procedentes de demoliciones, se ha convertido en uno de los espacios más sorprendentes de la Costa del Sol, un auténtico homenaje a la creatividad y al ingenio popular malagueño.
De Moclinejo a Torremolinos: la huella del «Gaudí malagueño»
Antes de levantar esta casa-museo, Antonio Montañez ya había dejado una profunda huella en su tierra natal con la creación de la Aldea Museo de El Valdés, en Moclinejo. Allí, transformó un pequeño núcleo rural en un escenario artístico con fuentes, monumentos y parques decorados con cerámicas y mosaicos de colores. Su obra, marcada por el uso del trencadís —la técnica del azulejo fragmentado popularizada por Antoni Gaudí—, le valió el apodo de Gaudí de Moclinejo o Gaudí de la Axarquía.
Sin embargo, lejos de detenerse, Montañez decidió llevar su arte a Torremolinos, donde reside desde hace casi tres décadas. En este municipio encontró el espacio perfecto para continuar su legado artístico y rendir homenaje a su familia, su mayor inspiración. La Casa Montañez, que también será visitable en el futuro, es su obra más íntima y personal: un relato visual de su vida, sus raíces y su amor por Málaga.
Un universo de color, mosaicos y símbolos familiares
Cada rincón de la Casa Montañez tiene un significado. En la fachada principal, las figuras de dos grandes cigüeñas representan a sus hijos, Jorge y Marina. En el lateral derecho, un barco lleva grabado el nombre de su mujer, Charo, como símbolo de quien guía la familia. En el patio, una botella de vino y una copa recuerdan a sus padres, y coloridas piruletas representan a sus nietos. Todo, desde los relieves hasta los pequeños detalles de cerámica, está impregnado de su historia personal.
El propio Montañez explica que no utiliza bocetos: diseña mentalmente sus ideas y las plasma directamente sobre las paredes. Cada mosaico, cada figura y cada curva nacen de su imaginación y de su vínculo emocional con su entorno. La fachada dedicada a la mujer, adornada con zapatos de tacón y bolsos en relieve, o el medallón con el rostro de Cervantes en la puerta de entrada, son solo algunos ejemplos de su particular lenguaje artístico.
Una obra viva construida con materiales reciclados
El uso de materiales reutilizados es una de las señas de identidad del artista. A lo largo de los años ha recogido azulejos, vidrios, cerámicas y objetos en desuso para darles una nueva vida. Muchos de ellos proceden de derribos, donaciones o hallazgos casuales. Así, la casa se convierte en un ejemplo de arte sostenible, donde cada fragmento cuenta una historia.
Montañez trabaja sin descanso, a menudo de madrugada, guiado únicamente por su pasión por el arte. Su método recuerda al de los grandes creadores que construyen sin planos, improvisando y dejando que la inspiración marque el rumbo. En su taller se pueden ver piezas de cristal azul que pertenecieron a antiguos semáforos ferroviarios, esculturas a medio hacer y maquetas de lo que será el futuro museo.
La Casa Montañez está destinada a convertirse en uno de los principales atractivos culturales de Torremolinos. Su creador planea abrir al público este espacio, que incluirá un recorrido de unos 500 metros por el exterior, el patio y algunas estancias interiores. Entre sus futuras zonas visitables se encuentran una bodega-museo etnográfica, una colección de juguetes antiguos y varias exposiciones de pintura y escultura.
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