La farola

La gran batalla de bandas en Málaga con los cantes más viejos de la península

Fiesteros con sus sombreros floreados.

Fiesteros con sus sombreros floreados. / GARCIA VIVAS

Los tiempos cambian, las modas mudan y los ritmos más consumidos en el Sur de la península ibérica en el primer cuarto del siglo XXI son bastante peculiares. Sin embargo tienen el encanto del poso cultural de la región y aún quedan puntos de la geografía, artistas y grupos de personas que mantienen tradiciones casi ancestrales. Si la música urbana y más concretamente el hip hop ha popularizado las batallas de gallos en los últimos lustros, en la provincia de Málaga ya existían pruebas de nivel entre grupos musicales desde hace siglos. Los fiesteros disfrutan de las batallas entre pandas de verdiales dese hace muchos años y una de las citas más importantes y bonitas con esta manifestación festiva malagueña será el sábado en el pueblo axárquico de Benagalbón.

Quien no tenga claro el argot, los fiesteros son los aficionados y componentes de las pandas de verdiales. Los verdiales son un cante que es considerado por bastantes historiadores del cante flamenco (entre ellos el recién desaparecido erudito granadino Alfredo Arrebola) como los fandangos más remotos que aún se conservan. Además, su propia manera de transmitirse de manera oral entre generaciones, algo alejada del academicismo que ha afectado a muchos palos del flamenco, hace que tenga un sonido, ritmo y manera de ejecutarse que los neófitos ni siquiera vinculan al flamenco. Violines, guitarras, castañuelas, pandero y platillos para un ritmo vertiginoso con letras salidas del día a día en el campo  y peculiaridades en cada una de las pandas y zonas (sobre todo de La Axarquía, aunque no es un cante exclusivo de esta zona malagueña) que mantienen este peculiar cante milenario. Tres estilos: Montes, Almogía y Comares. Sus antecedentes son más antiguos de lo que parece. Romero Esteo tira del hilo y encuentra argumentos sólidos que relacionan elementos como los sombreros floreados, los platillos y otros puntos de la fiesta en las civilizaciones minoicas del tercer milenio antes de cristo. Con una evolución de este tipo de fiesta e indumentaria durante todas las civilizaciones que han pasado por el Sur de la península ibérica, en nuestros días no sólo se mantiene viva la tradición, también tiene mezclas y evoluciones.

Evolución milenaria, concepto moderno

La cantaora onubense Rocío Márquez y el jerezano Bronquio han creado el tema Niña de Sangre, una mezcla en la que la vanguardia de la música electrónica y los verdiales casan perfectamente. Es sólo un ejemplo de cómo puede resultar moderno un tipo de cante tan antiguo. En Benagalbón, el sábado estará marcado por un concurso entre pandas con el estilo de los montes. El choque de bandas arrancará a las 18:00 horas, habrá ocho agrupaciones que participen, además de otras tantas que están invitadas y que desarrollan otros estilos de verdiales, entre las que se encuentra una del pueblo albaceteño de Ronda de Motilleja

Cada grupo va aumentando el ritmo, la velocidad y la complejidad de las creaciones paulatinamente hasta que una de las pandas falla. Las letras y particularidades de cada grupo no se limitan a la música, también en el atuendo y los pequeños detalles del cante, la música y el baile. Esto hace que cada panda tenga su propio patrimonio musical que evoluciona y avanza con el resto de agrupaciones. Una fiesta que es, además, una gran excusa para visitar este pueblo de La Axarquía que ofrece muchas posibilidades de ocio alrededor de una fiesta única y sorprendente.

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