La farola

La mina de agua y los baños árabes, refrescante ingeniería musulmana en Ronda

Bajada a la mina de agua de Ronda.

Bajada a la mina de agua de Ronda. / Javier Flores

Poder acceder al agua potable en cualquier época y situación del año ha sido una de las preocupaciones más principales en la historia de la humanidad. Esto ha dejado muchos ingeniosos sistemas para conseguir almacenar y hacer fluir el agua. Desde los acueductos y largas conducciones de los romanos a los complejos sistemas de riego musulmanes o las grandes obras de ingeniería hidráulica de los últimos siglos, tener agua disponible ha precisado de las mentes más preparadas de cada época. De las muchas infraestructuras hidráulicas de diferentes épocas que se reparten por la provincia de Málaga, la localidad de Ronda tiene un par de ellas que no sólo están cerca entre sí y tienen a su alrededor gran parte del patrimonio histórico rondeño, también proveen de una sensación diferente cuando se visitan aún en plena canícula. La mina de agua del palacio del Rey Moro y los baños árabes son conjuntos patrimoniales muy bien conservados y poco frecuentes en el inventario de monumentos que visitar.

Mina de agua del palacio del Rey Moro, Ronda

Mina de agua de Ronda, pasarela excavada en la roca Mina de agua de Ronda, pasarela excavada en la roca

Mina de agua de Ronda, pasarela excavada en la roca / Javier Flores

No es la única infraestructura de este tipo que se puede encontrar en la provincia de Málaga, en los Montes de Málaga hay viejas cortijadas y lugares con minas de agua, en el término municipal de la propia Ronda, hay otra que es de origen romano y está en una finca de propiedad privada, pero lo cierto es que la mina de agua que se encuentra en las instalaciones del denominado palacio del Rey Moro ha llegado hasta nuestros días en un gran estado que permite ver su funcionamiento. Es una galería de más de 50 metros excavada con aperturas que permiten entrar la luz y otra serie de detalles. La galería llega al lecho del río donde una noria accionada por la fuerza humana (se presume porque no tiene espacio para animales) sacaba el agua. El Guadalevín se convierte en una herramienta de la que se aprovecha su agua: hay aljibes para hacer acopio de agua y estructuras defensivas junto a calabozos.

Ronda fue conquistada por los cristianos en 1485, por entonces era una de las ciudades más importantes del Reino de Granada y la ciudad fue sometida a un largo asedio. Se dice que cuando se pudo atacar la estructura defensiva de la mina de agua, hacerse con la instalación y evitar que Ronda se sirviera de ella, la ciudad acababa de firmar su sentencia. La estructura de bajada estaba compuesta por una gran cantidad de  escalones (se dice que 365, aunque hoy en día después de muchas restructuraciones a lo largo de los siglos hay muchos menos) que ocupaban esclavos para acarrear el agua hasta la parte alta de la construcción. La mina de agua aparece en los escritos y crónicas de la época y se estima que funcionó hasta finales del siglo XVII. Hoy en día está en el denominado palacio del Rey Moro que cuenta con unos espectaculares jardines y un edificio inspirado en los mozárabes pero que se construyó hace tres siglos.

Baños árabes de Ronda

Vista de parte de los baños árabes de Ronda. Vista de parte de los baños árabes de Ronda.

Vista de parte de los baños árabes de Ronda. / Javier Flores

Es otra obra espectacular y además están muy bien conservados, no es nada habitual que unos baños de estas características, construidos en el siglo XIII, conserven la estructura de funcionamiento hasta hoy. Una gran torre con una noria era la encargada de subir el agua y aunque la decoración (mármoles, pinturas, yeserías, mosaicos) se ha perdido, siguen transmitiendo tranquilidad y esplendor. Es curioso pero después de la conquista cristiana se usó el emplazamiento para curtir pieles y no como baños públicos, ya que las instalaciones eran propicias para la curtiduría y aún se conservan algunas de las estructuras que se dispusieron para esta actividad. Y no es la única que se realizó en estos baños: ya en el siglo XX, en la primera mitad, un italiano construyó un horno de cerámica en el que cocía piezas supuestamente encontradas en este yacimiento pero que eran falsas.

Sus paredes, los arcos, las bóvedas, las lucernas y la mayoría de sus estancias consiguen que la visita transporte a otro mundo. Además, hay unos jardines construidos en el siglo XX y que se presuponen diseñados por Forestier que dan una oportunidad extra de relax y frescor en el entorno de los baños árabes. 

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