El pueblo de Málaga que fue conocido como 'castillo en la altura': "Desde cualquier rincón, las vistas son espectaculares"
Comares conserva torreones nazaríes, callejuelas empedradas y un legado musulmán que lo convierten en un museo al aire libre
Historia, vértigo y tradición: el corazón de la Axarquía ofrece senderos, tirolinas y una cocina rural con alma andalusí
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A 700 metros sobre el nivel del mar y encaramado en lo alto de un cerro, Comares se alza como un vigía eterno sobre el paisaje quebrado y luminoso de la Axarquía malagueña. Este pequeño pueblo blanco, con apenas 1.500 habitantes, es mucho más que una estampa pintoresca: es historia viva, legado cultural y mirador natural. El sobrenombre de 'castillo en la altura' no es casual. Durante la época musulmana, fue un enclave defensivo de gran valor estratégico, y hoy sus vestigios, sus callejuelas empedradas y sus panorámicas dan testimonio de su pasado esplendoroso.
Los orígenes de Comares se pierden en la antigüedad. Ya en el siglo VII a.C., los griegos focenses, llegados a las costas de Torre del Mar, lo denominaron Komaron, tierra de madroños, en alusión a los arbustos que poblaban el entorno. Pero fue en época musulmana cuando este enclave alcanzó su mayor importancia, pasando a llamarse Hisn Comarix, que se traduce como castillo en la altura. De esa etapa datan no solo su fisonomía urbana, con un trazado laberíntico adaptado a la orografía, sino también muchos elementos patrimoniales como los restos del castillo, los torreones defensivos y un aljibe de época nazarí que aún se conserva en perfecto estado.
Un episodio clave en la historia de la villa
La conquista cristiana marcó un antes y un después en la historia de Comares. El 29 de abril de 1487 se produjo la rendición de la villa, seguida por el bautizo masivo de las treinta familias musulmanas que permanecieron en el pueblo. Este hecho quedó grabado en la memoria colectiva y todavía se rememora con un singular repique de campanas en la calle del Perdón. El escudo heráldico del pueblo hace referencia a su condición de marquesado, título concedido por los Reyes Católicos a Don Diego Fernández de Córdoba tras la captura de Boabdil. En la actualidad, dicho título sigue vigente y lo ostenta Dª. Victoria Von Hohenlohe-Langenburg.
Un museo al aire libre entre murallas y callejones
Caminar por Comares es transitar por siglos de historia. La parte más alta del núcleo urbano se desarrolló al abrigo de la antigua fortaleza, de la que aún se conservan dos torreones, uno de ellos junto al cementerio. En sus calles más antiguas subsisten arcos medievales, mientras que otros puntos de interés como el Aljibe de Mazmúllar, del siglo XIII, recuerdan la maestría de la ingeniería hidráulica andalusí. La Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, edificada sobre la antigua mezquita, destaca por su estilo mudéjar y su ornamentación rococó.
Otros enclaves emblemáticos son la Puerta de Málaga, donde se firmó la capitulación ante los Reyes Católicos, y el Monumento al Fiestero, que honra el arraigado estilo musical de los verdiales. Todo ello configura un entramado urbano donde la arquitectura, la memoria y el paisaje se entrelazan con armonía.
Paisajes de vértigo y rutas de altura
Desde cualquier rincón del municipio las vistas son sobrecogedoras. La Tahona, antiguo bastión militar, se convierte hoy en uno de los mejores miradores de la provincia. Desde sus alturas, se divisan colinas tapizadas de olivos, almendros y viñas, y más allá, la línea del mar en los días más despejados.
Comares forma parte de la Ruta de la Pasa, un itinerario de Interés Turístico de Andalucía que recorre los paisajes tradicionales del cultivo de la vid. Además, su entorno se presta al senderismo, la escalada y otras actividades como las víasferratas o el cruce de puentes tibetanos. Su tirolina, de 436 metros de longitud y 115 metros de altura, es una de las más espectaculares del país.
Tradición gastronómica
La gastronomía local está profundamente ligada a su identidad rural. Platos como el ajoblanco, el gazpachuelo, las migas o el tradicional plato de los Montes reflejan el carácter humilde y sabroso de la cocina comareña. Las pasas, los mangos y el vino dulce de la zona completan una oferta gastronómica que mantiene viva la herencia agrícola de la comarca.
¿Cómo llegar a Comares?
Situado a solo 35 kilómetros de Málaga capital, Comares es fácilmente accesible en vehículo privado a través de la A-7 y la red de carreteras comarcales MA-3113 y MA-3107. También dispone de servicio de autobuses los martes y jueves, lo que permite a visitantes y vecinos desplazarse con comodidad.
Enclavado en la ruta del aceite, el vino y la pasa, y coronando la comarca desde su posición privilegiada, Comares es uno de los Pueblos Mágicos de España que mejor encarna el alma de la Axarquía: historia, paisaje y autenticidad.
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