Este es el pueblo más pequeño de Málaga: “Es de cuento, con calles arrebujadas y llenas de macetas de flores”

Atajate, entre viñedos, miradores y casas blancas: el encanto rural de un pueblo detenido en el tiempo

Museo del Mosto, rutas de montaña y sabor serrano: razones para perderse en el corazón del Valle del Genal

La piscina natural al lado de este pueblo de Málaga que tiene una 'pocita' ideal para los más pequeños

Panorámica de Atajate.
Panorámica de Atajate. / malaga.es

Entre las estribaciones de la Serranía de Ronda, inmerso en un paisaje de barrancos, tajos y montañas calizas, se encuentra Atajate, el municipio con menor población de la provincia de Málaga. Este pequeño pueblo, que apenas supera el centenar de habitantes, ofrece una imagen serena y detenida en el tiempo, con calles empedradas, casas encaladas y macetas que adornan cada rincón. Su tamaño no le impide destacar: Atajate es uno de los Pueblos Mágicos de España que acoge la provincia, y representa una de las estampas más auténticas y tradicionales del interior malagueño.

La historia y la cultura de Atajate están íntimamente ligadas a la elaboración del mosto. Esta bebida, considerada el primer vino de la vendimia, forma parte del alma del municipio. Aunque la plaga de la filoxera a finales del siglo XIX diezmó los viñedos de la comarca, algunos aún sobreviven en la zona, manteniendo viva una costumbre ancestral que sigue muy presente en la vida cotidiana del pueblo.

El Museo del Mosto, un espacio al aire libre diseminado por las calles del pueblo, permite recorrer paso a paso el proceso de elaboración del mosto a través de mosaicos, textos explicativos y herramientas tradicionales. La vieja prensa, las tinajas y otros utensilios ofrecen un valioso testimonio de una actividad que ha marcado la identidad de Atajate durante generaciones.

Calles de piedra, lavaderos y patrimonio rural

Pasear por Atajate es adentrarse en una red de calles estrechas y empedradas, arropadas por casas de fachadas blancas y teja árabe. Esta arquitectura popular, sencilla pero armoniosa, se completa con elementos tradicionales como el Lavadero Público, construido en 1932 con piedra local y cal. Este espacio, que antaño era punto de encuentro diario para los vecinos, se alimenta de las aguas de la Fuente de las Perdices, uno de los manantiales más importantes de la zona.

Otro de los símbolos del pueblo es la Cruz de Piedra, una estructura sencilla de piedra caliza del siglo XVI situada en la Plaza de la Constitución, centro neurálgico del municipio. Junto a ella, se alza la Iglesia de San Roque, edificada en 1830 sobre el antiguo cementerio del pueblo. Estos elementos patrimoniales conservan la esencia de una comunidad que ha sabido proteger su historia.

Rincones de Atajate.
Rincones de Atajate. / pueblosmagicos.es

Un homenaje a la mujer rural

En sus calles también destaca el proyecto Atajate con nombre de mujer, una iniciativa que rinde homenaje al papel de la mujer en el ámbito rural. En cada vivienda, una placa cerámica recuerda el nombre de una mujer vinculada a ese hogar, como abuelas, madres o tías. Este sencillo gesto constituye un tributo a la memoria colectiva y refuerza la conexión emocional de los habitantes con su pasado.

Naturaleza viva y rutas con vistas

El entorno natural de Atajate, encajado entre los valles del Guadiaro y del Genal, ofrece una de sus mayores riquezas. Su geografía abrupta, salpicada de formaciones calizas como el conocido ‘Torcal de Atajate’, lo convierte en un destino ideal para quienes buscan perderse entre senderos y paisajes de gran valor ecológico.

Entre las opciones más destacadas se encuentra la Vía Ferrata de Atajate, una ruta vertical equipada con escalones, puentes y cables que permite disfrutar de la montaña de forma segura y emocionante. También sobresale el Mirador del Genal, desde donde se puede contemplar la extensión del valle, con sus colinas onduladas, castañares y bosques de alcornoques, que en otoño tiñen el paisaje de tonos ocres y rojizos.

Gastronomía local: sabores del campo

La tradición también se saborea. En los restaurantes y tabernas del municipio se pueden encontrar platos típicos de la cocina de la Serranía de Ronda como el chivo al ajillo, las migas o el gazpacho caliente. Todo ello acompañado, por supuesto, del mosto, emblema de la localidad. Estos sabores, nacidos de la tierra y del esfuerzo de sus gentes, completan la experiencia de un pueblo que conserva con orgullo sus raíces.

Cómo llegar a Atajate

Atajate está situado a unos 120 kilómetros de Málaga capital, y se puede acceder en coche desde la A-357 hasta Ronda, y desde allí por la A-369. También es posible llegar desde la costa tomando la A-7 y enlazando con la carretera de Ronda. Aunque el trayecto puede superar la hora y media, el viaje transcurre entre paisajes espectaculares, preludio de lo que espera en este pequeño gran pueblo del Valle del Genal.

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