Este es uno de los pueblos de Málaga al que mejor le han sentado las lluvias: brilla con luz propia
Ronda y su río Guadalevín brillan tras las lluvias de las últimas semanas
Una de las rutas de senderismo más refrescantes por los límites de Ronda

Las recientes lluvias caídas en la provincia de Málaga han dejado imágenes de embalses aliviados, ríos desbordantes de energía y charcas que han vuelto a llenarse después de un periodo prolongado de sequía. Uno de los lugares que mejor ha sabido recibir esta regeneración hídrica ha sido Ronda, una localidad donde el agua juega un papel determinante en su fisonomía y carácter. Esta primavera, el río Guadalevín, que atraviesa el célebre Tajo de Ronda, ha recobrado fuerza, mostrando un caudal vivo y sonoro que realza el magnetismo natural de este icónico enclave andaluz.
El Tajo de Ronda y el río Guadalevín, una postal que renace
Ronda es, sin duda, uno de los pueblos más singulares de Málaga y de toda Andalucía. Su disposición geográfica sobre un escarpe rocoso le otorga una imagen poderosa, casi irreal. En el corazón de este espectáculo natural discurre el río Guadalevín, que divide la ciudad en dos mitades perfectamente diferenciadas: La ciudad, con su origen andalusí, y el barrio más moderno, surgido tras la Reconquista. Ambos sectores se conectan a través del imponente Puente Nuevo, una obra de ingeniería culminada a finales del siglo XVIII por el maestro José Martín de Aldehuela.
La recuperación del caudal del Guadalevín tras las lluvias ha devuelto al Tajo de Ronda su habitual energía, proporcionando escenas que combinan la fuerza del agua con el vértigo de las alturas. Las aguas descienden encajonadas por las paredes verticales del desfiladero, regalando estampas de gran dramatismo paisajístico que han sido celebradas tanto por visitantes como por publicaciones especializadas, como la propia Guía Repsol.
Ronda, paisaje, historia y una geografía irrepetible
Más allá de su monumentalidad y de su historia ligada al mundo del toro, Ronda es también un punto neurálgico del paisaje malagueño. La ciudad se asienta en una cornisa natural de gran belleza, donde conviven arquitectura, naturaleza y un entorno privilegiado que ha enamorado a artistas y escritores de todos los tiempos. Entre sus tesoros menos conocidos destaca el conjunto rupestre de la Virgen de la Cabeza, una ermita excavada en la roca y situada a escasa distancia del núcleo urbano. Desde este enclave, es posible disfrutar de una de las vistas más panorámicas y menos exploradas de Ronda y su entorno.
El río Guadalevín no es solo un accidente geográfico en Ronda; es parte esencial de su identidad. Su origen se encuentra en la Sierra de las Nieves, concretamente en la Cañada del Cuerno, núcleo del extenso pinsapar que define la flora de esta zona montañosa. Este nacimiento natural refuerza la conexión entre el paisaje de alta montaña y el casco urbano de Ronda, articulando rutas de senderismo y caminos rurales que siguen el curso del agua o se adentran en los bosques que la rodean.
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