La cervecera Neuzelle, fundada en 1589 en el norte de Alemania, en la ciudad de Brandeburgo, ha desarrollado la primera cerveza en polvo de la historia. Se trata de la Dryest Beer, presentada tras dos años de investigación y experimentos. Esta cerveza, aún en fase experimental, pretende venderse en sobres instantáneos, como el café o las sopas de paquete, para añadir al agua gaseosa (importante esto último, si se quiere emular la fuerza de la cerveza original).

La fábrica de cerveza del Monasterio de Neuzelle es una de las mayores y más antiguas fábricas de cerveza en manos familiares del Este de Alemania. Su fabricación de especialidades cerveceras es mundialmente reconocida por ser de calidad exclusiva. Gracias al arte y la tradición heredada de los monjes, combinan con la creatividad y pasion de los Neuzellers, cada cerveza se convierte en algo muy especial. Como resultado, dan de sí algo tan diferentes como la Neuzeller Badebier, con la que puedes tomar un baño en lugar de agua, no solo por su sabor revitalizante, sino también anti-envejecimiento.

Los sobres se vierten en agua con gas para una elaboración instantánea

La "Dryest Beer", proyecto financiado por el Ministerio federal de Economía y Protección del Clima de Alemania y la Unión Europea, ha sido producida a partir de la cebada y el lúpulo siguiendo, según afirma la empresa, el proceso tradicional. Luego, se somete a un método de secado, hasta obtener el resultado en polvo o grano. La cerveza, rica en dextrina, carece de alcohol, que se añade en la siguiente fase.

El objetivo de la cervecera no es venderle al bebedor habitual, sino a las empresas fabricantes para que, usando el granulado, elaboren y distribuyan el producto. Neuzelle pretende cuestionar el comercio de esta industria, prometiendo un ahorro de los gastos de envío, transporte y almacenamiento A su vez, promete una reducción de la huella de CO2, también de la materia prima, mano de obra y producción. El fin último, por tanto, sería acotar lo más posible el proceso de elaboración.