La farola

Una de las rutas más apasionantes de Málaga a través del Tajo del Molino de Teba

El Tajo del Molino de Teba, completamente seco.

El Tajo del Molino de Teba, completamente seco. / malaga.es

Muy cerquita de Teba, a apenas tres kilómetros del núcleo del pueblo, se encuentra una de los puntos más extraordinarios de la zona, un espectacular cañón de piedra caliza que para muchos tebeños es conocido como el Tajo del Molino o Tajo de Torró. Se trata de un desfiladero algo curvo pero perfecto en sus formas, que para muchos locales es también difícil de entender cómo es producto de la naturaleza y no propio de un artista o de un ingeniero. 

De hecho, en toda la zona del Tajo del Molino es habitual encontrar diferentes cuevas y cavidades, producto del trabajo de la naturaleza, el viento y el agua, lo que se conoce como karstificación y de la que ayudó en gran medida las aguas del arroyo de la Venta. Dependerá en gran medida del momento que se realice esta pequeña ruta circular, de baja dificultad y de no más de cuatro kilómetros de recorrido y tres horas de duración –según lo que te detengas y el ritmo–.

La ruta se arranca en la carretera C-341, la que une Teba y Campillos. El vehículo se puede estacionar en el lugar, en lo conocido como Huertas de Torrox. Desde aquí se asciende al tajo siguiendo el curso del arroyo, que dependiendo del momento en que se realice la ruta tendrá más o menos agua, pero sí cabe destacar que la visita gana en belleza si los días previos ha llovido en la zona.

En el trayecto se cruza el tajo en algún momento, se superan diversas cuevas –entre ellas la más importante es la Cueva de las Palomas– y se descubre el antiguo molino harinero que da nombre al tajo. Cuando se sube el tajo hasta lo alto del desfiladero, donde se disfruta de una gran panorámica, se baja ayudado de una cuerda y se usa una antigua senda de cabras hasta llegar al punto de partida y cerrar la ruta circular. Cabe destacar que, tras la travesía en los alrededores del Tajo del Molino, hay una zona habilitada para hacer picnic, una zona de mesas donde poder comer.

Una de las vistas desde el Tajo del Molino. Una de las vistas desde el Tajo del Molino.

Una de las vistas desde el Tajo del Molino.

En la zona se puede descubrir también una gran variedad de flora y fauna que resulta interesante. Entre los animales del lugar se puede ver algún buitre leonado, también alimoches o incluso otras rapaces nocturnas habituales de la provincia. También se puede encontrar, debido al gran número de pequeñas cuevas, diversos murciélagos. La cabra montesa, en época de estío, se deja ver también en el lugar. En cuanto a la flora, desde palmitos a romeros, pasando por esparragueras, acebuches, orquídeas...

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