Es la venta más antigua de Andalucía, está en un pueblo de Málaga y sus 'huevos a lo bestia' alimentan a una familia

Fundada en el siglo XIII, la Venta de Alfarnate conserva su esencia entre leyendas de bandoleros y aroma a cocina tradicional

Este histórico rincón de la Axarquía fue refugio de viajeros, reyes y forajidos del Camino Real entre Málaga y Granada

En sus mesas se sirve uno de los platos más contundentes y populares de la gastronomía rural malagueña

Entrada al restaurante de la Venta de Alfarnate.
Entrada al restaurante de la Venta de Alfarnate.

En Málaga tenemo multitud de ventas históricas, rincones gastronómicos donde el tiempo no ha pasado y el recetario perdura. Entre ellas, hay una en concreto que al acceder a ella viajamos a través de la historia, considerada la venta más antigua de toda Andalucía, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Sí, hablamos de la Venta de Alfarnate. Esta venta, levantada en el siglo XIII en Alfarnate, es considerada la venta más antigua del territorio andaluz y fue durante siglos parada obligada para viajeros, comerciantes y arrieros que atravesaban el antiguo Camino Real entre Málaga y Granada. Su función original era la de casa de postas: un refugio donde reponer fuerzas, intercambiar caballos y descansar antes de continuar el camino.

El edificio, situado en el kilómetro 513 de la antigua carretera Málaga-Granada, conserva aún su estructura tradicional y parte del mobiliario original, testigos mudos de una historia que ha visto pasar a reyes, bandoleros y personajes ilustres. Su arquitectura encalada, los techos de madera y los patios interiores evocan una Andalucía rural donde cada piedra parece contar una historia.

A lo largo de sus más de siete siglos de existencia, la Venta de Alfarnate ha recibido la visita de figuras tan diversas como el rey Alfonso XIII, San José de Calasanz o dos de los bandoleros más famosos del siglo XIX: José María “El Tempranillo” y Luis Candelas. Según la leyenda, este último llegó a robar allí un correo real, siendo posteriormente capturado y encarcelado en la misma venta. Todavía hoy puede verse el pequeño calabozo donde, se dice, pasó sus horas de reclusión.

Venta de Alfarnate.
Venta de Alfarnate.

Esa mezcla de historia y mito ha convertido a la venta en un auténtico monumento popular. No en vano, el propio establecimiento acoge en su interior el Museo del Bandolerismo Andaluz, donde se conservan objetos, documentos y recreaciones que ilustran la vida de aquellos forajidos románticos que marcaron el imaginario colectivo de la Andalucía del siglo XIX.

Un símbolo vivo de la Axarquía

Pese al paso de los siglos, la Venta de Alfarnate sigue cumpliendo la misma función para la que fue creada: ofrecer comida y descanso al viajero. Sus propietarios actuales han sabido mantener la esencia de su pasado sin renunciar a las comodidades del presente. Cristina, su actual dueña, la adquirió hace más de 25 años, preservando con esmero la autenticidad del lugar.

Entre sus muros se respira historia, pero también el aroma de una cocina que reivindica la tradición serrana. La carta reúne platos emblemáticos de la gastronomía de la Alta Axarquía, con recetas que han pasado de generación en generación. Sopa de picadillo, gazpachuelo, carrillada de cerdo, codillo asado o brochetas de solomillo son solo algunos ejemplos de su cocina campera, donde el sabor y la contundencia mandan.

Los ‘huevos a lo bestia’: un plato de leyenda

Pero si hay un plato que ha traspasado fronteras y fama en esta venta, ese son los ‘huevos a lo bestia’. Se trata de una propuesta tan generosa como su nombre indica: una base de migas acompañadas de lomo de orza, pimiento frito, chorizo, morcilla, huevos fritos y una pieza de fruta que aporta frescura al conjunto. Todo ello servido en raciones capaces de alimentar a una familia entera, por un precio que ronda los 18 euros.

El plato tiene incluso su propia leyenda: quien consiga comerse tres porciones completas no paga ninguna. Un reto gastronómico que pocos logran superar, pero que ha contribuido a reforzar la fama de la Venta de Alfarnate en toda Andalucía. No es casualidad que muchos visitantes lleguen atraídos por esta especialidad, considerada uno de los mayores exponentes de la cocina rural malagueña.

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