Los facultativos de los centros de salud se quejan de que ven pacientes a destajo y los usuarios, de las demoras. Pasa el tiempo, cambia el gobierno autonómico, pero ni unos ni otros aprecian que la situación mejore en la Atención Primaria.

Según las estimaciones del Sindicato Médico de Málaga (SMM), estos profesionales ven a diario en sus consultas una media de 55 a 60 pacientes. Una facultativa de un centro de salud de la capital aseguraba haber atendido a 70 en una jornada. Por su parte, María, usuaria de un ambulatorio de esta ciudad, apuntaba que antes de la pandemia siempre conseguía cita para su médico en uno o dos días. “Ahora, no logro cita presencial antes de una semana”, afirmaba. A su vez, un facultativo de Marbella afirmaba que tenía su agenda prácticamente llena para consultas presenciales hasta el 8 de noviembre y telefónicas, hasta el 11.

Usuarios y sanitarios acaban siendo los perjudicados de la situación. “La Atención Primaria necesita un cambio para volver a una Medicina más humanizada para los pacientes y para los profesionales”, defendía José Antonio Becerra, del Sindicato Médico de Málaga. Y añadía: “Sobre este nivel se vertebra la salud. Todo no se soluciona en los hospitales y los políticos parecen que siguen ciegos”.

Becerra explicaba que a las agendas de los facultativos se le saltan las costuras. Aclaraba que la Administración únicamente contabiliza las citas normales, que suelen ser unas 45 al día. Pero apuntaba que a éstas hay que sumarle los bises –que son los pacientes que se añaden a la misma hora cuando ya no hay hueco–, las de la agenda no demorable para patologías que no pueden esperar y los avisos domiciliarios que suelen surgir.

Según los profesionales, los centros de salud más saturados son los de la capital y la costa occidental; una situación que no es nueva. Esta sobrecarga obliga a los profesionales a posponer programas de salud –como los de citología o cirugía menor– para dar respuesta a la continua demanda que llena las agendas.

Mientras los usuarios se quejan de la tardanza para acceder a su médico de cabecera, la Administración sostiene que “se está trabajando continuamente en la reducción de demoras”. Según sus datos, en el Distrito Málaga, se tarda 5,12 días para una cita presencial de media y 3,72 en el del Guadalhorce. No hay cifras del resto de los distritos.

Por su parte, el SMM denuncia que hay al menos una decena de peticiones del Distrito Sanitario Málaga para crear nuevas consultas médicas (desdoblamientos) en aquellos centros más saturados de la capital, pero que no se autorizan por parte de los Servicios Centrales del SAS. Porque esos desdoblamientos hay que presupuestarlos y la Consejería de Hacienda no da luz verde. Entre los más sobrecargados están los de El Cónsul, el Limonar, Cruz de Humilladero, Teatinos, El Palo o Rincón de la Victoria. Unos por el crecimiento demográfico que han experimentado y otros por la población envejecida que tienen que atender, que demanda más asistencia.

A la sempiternas restricciones económicas que frenan las sustituciones, se suma desde hace unos años la falta de profesionales precisamente de Medicina de Familia y Pediatría, dos especialidades deficitarias que son imprescindibles en la Atención Primaria. Según el SMM, los contratos en los últimos años de médicos de familia se han incrementado apenas un 6% mientras que los de pediatras incluso han disminuido un 0,5%. Por eso Becerra confía en que los profesionales cuya contratación se hizo por el Covid y acaba a final de año serán renovados. “Con la falta que hacen, ¿quién va a ser capaz de no renovar?”, sostenía.

A fin de paliar la escasez de profesionales, el SAS abrió la posibilidad de que los médicos de los centros de salud trabajasen por la tarde (continuidad asistencial) durante cinco horas para quitar demoras. Una opción voluntaria y retribuida que muchos rechazan. “Después de más de 50 pacientes por la mañana, ¿quien tiene ganas de seguir otras cinco horas por la tarde?”, comentaba un facultativo.