Con 17 años de experiencia a sus espaldas como bombero y experiencia en grandes emergencias, como el volcán de La Palma, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y la explosión del puerto de Beirut (Líbano), Jair Pereira es uno de los profesionales  del CPB que ha viajado este martes hacia Turquía para participar en las labores de rescate de las víctimas de los terremotos acaecidos este lunes en el país.

Su deseo, "llegar a la zona de trabajo cuanto antes posible para trabajar a disposición de las autoridades locales", pues "lamentablemente cada minuto cuenta", asegura. Por ello, sobre el mediodía, Pereira junto con Jorge Marín, otro compañero del Consorcio Provincia de Bomberos de Málaga; cinco del Ayuntamiento de Huelva y del CPB de esta última ciudad, además de cuatro ejemplares caninos, han puesto rumbo a Adana -con escala en Estambul-.

Una vez en el lugar, han explicado que se se pondrán a disposición de las autoridades locales para ayudar en las labores de localización de personas sepultadas con vida bajo los escombros tras los seísmos que han sacudido el suroeste del país.

Conscientes de que la situación en el país turco es adversa y que las condiciones meteorológicas dificultan tanto las labores de rescate como la supervivencias de las víctimas, Jair Pereira confiesa que para todos los bomberos que se han desplazado hasta la zona cero "es un privilegio estar en la posición de ayudar a cualquier comunidad ante una adversidad, sea cual sea". 

Este grupo de siete bomberos malagueños y onubenses ha sido activado por la ONG Bomberos por el Mundo, con la que ya han colaborado en otras emergencias; mientras que, los cuatro perros de rescate con los que viajan han sido entrenados con el método Halcón, que consiste en un entrenamiento mediante el que se les enseña a detectar el aliento y a través del cual los caninos desarrollan habilidades muy superiores a las de otros métodos de adiestramiento. Según sus guías, la efectividad de la detección es prácticamente del 100%.

Segundo contingente de bomberos que ha puesto rumbo a Turquía desde Málaga.

En este punto, cabe recordar que un contingente de bomberos del Consorcio Provincial de Málaga, formado por tres bomberos de los parques de Estepona y Ronda y dotado también con cuatro perros, ya partió hacia Turquía este mismo lunes. Además, durante la tarde de este martes, un tercer grupo de profesionales, entre los que se encuentran bomberos procedentes de los parques de Coín y Alhaurin de la Torre, también viajará a Adana.

Según el plan preestablecido, en el lugar se dividirán en cuatro equipos caninos y tres efectivos de apoyo que ayudarán a los guías en las labores de localización, movilización y logística. Su trabajo consistirá en indicar a las autoridades locales los lugares señalados por los perros para que ellos realicen la extracción. Pero, si no existieran equipos de extracción disponibles en la zona, los propios bomberos viajan con las herramientas necesarias para llevarla a cabo.

Según han informado desde la Diputación de Málaga, estaba previsto que todos los contingentes regresaran este domingo a España. Si bien, los bomberos han informado de que prolongarán su estancia en Turquía si existieran posibilidades de seguir encontrando supervivientes.

Los devastadores terremotos que sacudieron este lunes Turquía y Siria siguen acumulando fallecidos y heridos con cada nuevo balance. Miles de personas han perdido la vida y otros muchos más se han quedado literalmente en la calle, con miles de edificios dañados y cientos derrumbados total o parcialmente.

Durante las primeras horas de la catástrofe, las redes sociales se llenaron de muestras de apoyo y de condolencias, pero también de vídeos espeluznantes con los que los afectados compartieron la magnitud del desastre y el pánico que han vivido en primera persona y que a su vez han sido replicados por ciudadanos y líderes de todo el mundo.

Al menor 5.261 personas han muerto y casi 26.000 han resultado heridas en la serie de terremotos que ha sacudido el sureste de Turquía y Siria. Miles de edificios se encuentran derruidos y todavía se sigue buscando a supervivientes en medio de bajas temperaturas.

En el país tuco, el recuento más actual eleva la cifra de fallecidos a 3.549 y de heridos a 22.000. Hasta el momento, los equipos de rescata han pido sacar con vida de entre los escombros a unas 8.000 personas, que quedaron atrapadas tras los dos fuertes temblores, uno de magnitud 7,7 y otro posterior de 7,6. Ante esta catástrofe, el Gobierno turco del presidente Recep Tayyip Erdogan ha declarado tres meses de estado de emergencia en las diez provincias afectadas.

Unas 25.000 personas, entre los que se cuentan soldados, participan en las labores de rescate, según Orhan Tatar, un alto cargo de la agencia nacional de emergencias, Afad, quien dijo que se han destinado 12,1 millones de euros (13,3 millones de dólares) en fondos urgentes para las diez provincias más afectadas.