Atentado en Torremolinos

Cientos de curiosos se acercan al lugar de la explosión

  • En la jornada, de absoluta normalidad y en la que el suceso es el tema de conversación, muchos residentes y turistas pasaron por la zona e incluso fotografiaron el agujero, de medio metro de diámetro y de unos 40 centímetros de profundidad

Cientos de curiosos se acercaron hoy a la playa de La Carihuela para contemplar el pequeño socavón provocado por el artefacto de escasa potencia que hizo explosión en la pasada noche en el límite entre las localidades malagueñas de Torremolinos y Benalmádena.

En la jornada, de absoluta normalidad y en la que el suceso es el tema de conversación en estos municipios, muchos residentes y turistas pasaron por la zona e incluso fotografiaron el agujero, de medio metro de diámetro y de unos 40 centímetros de profundidad.

El artefacto, compuesto por algo menos de un kilo de explosivo y que estalló alrededor de las 00.15, estaba colocado bajo un puente peatonal del paseo marítimo, sobre el arroyo que separa Torremolinos y Benalmádena, y no causó daños personales ni materiales.

En las proximidades del lugar, a escasos 20 metros, se encuentran dos chiringuitos, que fueron desalojados por la Policía poco después de la explosión. Así, en la zona se vivieron momentos de tensión por el fuerte estruendo causado, aunque únicamente se tuvo que atender por nerviosismo a un joven que pasaba por ese punto en ese instante.

Precisamente, el establecimiento más cercano es una pequeña carpa de venta de souvenirs, situada justo encima de dicho puente peatonal y a apenas dos metros de donde estaba colocado el aparato. Rama, natural de Senegal y trabajadora en este establecimiento, aseguró a los medios que tuvo "mucho miedo" y que aún no se le ha pasado.

Por su parte, el dueño de uno de los chiringuitos más cercanos al punto de la explosión, Rafael Sánchez, aseguró que "fue un momento desagradable" y que le cogió "con el restaurante lleno", cuando estaban aún dando cenas.

Así, aseveró que la gente que se encontraba en el paseo marítimo "empezó a chillar, había personas aturdidas o llorando y se veían a madres recogiendo sus niños". Posteriormente, "comenzaron a llegar agentes de Policía y Guardia Civil y echaron a la gente del chiringuito y de los alrededores", dijo, al tiempo que señaló que "ni nos dejaron recoger".

Durante la mañana de hoy, varios efectivos de los Tedax visitaron de nuevo el lugar, para realizar una segunda inspección de la zona durante alrededor de una hora, recogiendo diverso material para analizarlo posteriormente.

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