El 28 de febrero acabará el servicio de atención temprana que la Asociación de Desarrollo Integral, Infantil y Familiar Adefami venía prestando en Cruz de Humilladero desde hace cuatro años. La Junta de Andalucía no ha renovado el contrato con la entidad, por lo que perderán el empleo seis terapeutas y 153 familias tendrán que ser derivadas para continuar el trabajo en otros centros fuera de la zona, ya que hasta este año Adefami era el único del distrito.

La presidenta de la entidad, Silvia Galiana, explica que en 2017 iniciaron su actividad con un contrato con la administración regional para atender a 71 niños de 0 a 6 años y sus familias. Pero la necesidad de la zona ha hecho que esta cantidad se duplique, llegando a las 153. Y no solo de Cruz de Humilladero, también llegan desde Carretera de Cádiz.

“Las familias llegan a través de su pediatra de la Seguridad Social, si detecta algo en las revisiones ordinarias, alguna alerta en su desarrollo, primero se deriva al niño a la unidad de valoración de atención temprana y de ahí, si se confirma la necesidad, los envían al centro de referencia, que tiene que ser el que esté más cercano a su domicilio”, comenta Galiana. Una vez allí, se realiza un plan de intervención individualizado y adaptado a las necesidades de hijos y padres, incluso con atenciones en el centro escolar.

La presidenta de Adefami señala que llevan más de tres años “realizando un sobre esfuerzo bastante importante para cubrir las necesidades de la zona sin tener por qué hacerlo, ya que el contrato era para 71 familias”. También apunta que “nuestra demanda y también la de la administración era dar más horas de atención en esta zona, una de las más pobladas de Europa, se veía la necesidad desde hace años”.

Sin embargo, cuando finalmente sale el decreto que estaban esperando “ni se tiene en cuenta la necesidad y, además, lejos de mejorar la calidad de la atención dándonos más recursos nos quitan el contrato a nosotros y se lo han dado a otras dos entidades que actualmente no están trabajando en la zona, se pierde lo esencial del decreto y la normativa de atención temprana que es la vinculación terapéutica, el niño tiene que trasladarse a otro centro y cambiar de terapeuta, comenzar de cero con nuevos profesionales”, lamenta Galiana.

Para esta licitación, la Junta otorga una serie de puntos en diferentes criterios. “Nosotros cumplimos todos, pero el de la continuidad se lo han puntuado más alto a las otras dos entidades que no están en la zona, hemos reclamado y, de momento, nadie nos ha dicho absolutamente nada”, agrega la presidenta de la entidad. Esto no significa que las familias dejen de recibir atención temprana, pero sí que tendrán que desplazarse a otros centros y adaptarse a otros terapeutas.

“Pero van a dejar de tener la intervención recibida hasta ahora, que están siendo efectivas”, dice Galiana. También que “esa relación que ya tenemos con ellos va en pro del desarrollo del niño, conocemos la dinámica familiar, ellos nuestra metodología y estamos todos muy coordinados”.

Igualmente destaca la vulnerabilidad económica de muchos de los usuarios y los problemas de movilidad que acarrearía tener que desplazarse a otra parte de la ciudad. Además, los seis profesionales del servicio se quedarán en la calle porque el pliego no ha contemplado la subrogación del personal.