Málaga

El manual del buen camarero en Málaga

Camareros, dueños y encargados de diferentes restaurantes y cafeterías de Málaga

Camareros, dueños y encargados de diferentes restaurantes y cafeterías de Málaga / M. H. (Málaga)

Se acerca el verano y con él la presencia de turistas en la provincia aumenta. Muchos restaurantes buscan añadir a sus plantillas más camareros y cocineros para poder atender a sus clientes. Desde el sector de la hostelería aseguran que no encuentran trabajadores ni con experiencia, ni sin ella, para poder hacer frente al periodo estival. Por ello, este periódico ha hablado con diez camareros, encargados y dueños de diferentes cafeterías y restaurantes de Málaga para conocer qué debe de tener un camarero para ser bueno en su labor.

Tener don de gentes y saber hablar de cara al público. Dos cualidades que todo camarero debe poseer y que Cristina, trabajadora del restaurante Pepa Revuelo, asegura que es muy importante. En este punto, también coincide Paula, encargada del restaurante La Cosmo, que añade que debe ser también respetuoso, atento y, sobre todo, educado.

A la provincia llegan turistas de todos lados, por ello, el saber idiomas es algo muy significativo. Antonio, camarero de la cervecería Los Gatos, insiste en que el saber inglés es prioritario porque “la mayoría de los clientes son turistas extranjeros y el saber, al menos, las cosas básicas para poder comunicarse con ellos es importante”. En este punto, también coincide Cristina y ratifica que es muy necesario porque “el 80% de los consumidores son extranjeros”. Paula sostiene que considera muy importante el que un trabajador sepa inglés, prefiere a un camarero “al que le guste su profesión”. En cambio, Charo, camarera de la Taberna Mitjana, el saber atender bien al cliente, antes que el idioma.

Miriam, dueña de Café Berlín, insiste en que un camarero también debe transmitir confianza porque si en un restaurante o una cafetería contratan a alguien del que no terminan de fiarse, “esta persona está dejando su negocio en manos de otra en la que no confía”. Asimismo, Miriam considera que el ser ordenado es algo fundamental para un trabajador de la hostelería. Óscar, camarero de la cafetería Lepanto, reitera que la puntualidad es primordial tanto para formar parte de este sector, como en la vida personal de cada persona.

La paciencia, ser simpáticos y tener una buena actitud en el trabajo son tres características que, según Juan José, camarero del restaurante Casa Lola, todo empleado de este sector ha de tener. Aquí, Charo añade que el ser rápido, atento y sincero es muy importante para tener una buena relación con el resto de los compañeros.

En cuanto a que la experiencia debe ser un requisito que todo camarero tiene que cumplir, muchos señalan que, actualmente, no es algo prioritario para ellos, pero sí necesario. La gran mayoría de los trabajadores coinciden en que lo principal es tener ganas de aprender y de trabajar. Charo asegura que a aquellas personas que llegan a su restaurante sin experiencia “se les enseña, siempre y cuando, estén dispuestos a aprender y no se centren solo en ganar dinero”. Cristina coincide con Charo, e invita a los futuros trabajadores de la hostelería a que cojan “distintos vasos o bandejas y practiquen en casa”, ya que “saber mínimo llevar una bandeja”, según Carlos, camarero del restaurante La Plaza de Málaga, es muy importante para ofrecerle un buen servicio a los clientes. A las ganas de aprender, Carlos insiste en añadir que un camarero también tiene que ser proactivo, aprender rápido y tener “agilidad mental y física”.

Por otro lado, Juan José manifiesta que “la experiencia la hace el trabajo y no se le puede pedir 10 años de experiencia a un niño que tiene 18 porque las personas no nacen sabiendo” e insta a tener paciencia y a enseñar a los jóvenes que buscan trabajo en la hostelería. En la Taberna Uvedoble, su dueño, Willie Orellana, asegura que tienen en cuenta que un camarero llegue con ganas de trabajar e iniciativa, pero también valoran que posea algo de experiencia dentro del sector porque en ocasiones han contratado a personas que no han sabido adaptarse y, al final, han acabado trabajando "con menos personal”.

Una cualidad más que es fundamental consiste en saber adaptarse y amoldarse con facilidad, tanto a los distintos clientes que un camarero debe atender, como a los horarios que tenga el establecimiento para el que trabaje. Por ello, Juan José considera que “la hostelería es uno de los trabajos más difíciles que existen”.

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