Coronavirus Málaga

Las mascarillas siguen disparadas de precio por la falta de existencias

Una farmacéutica de Málaga muestra una mascarilla quirúrgica.

Una farmacéutica de Málaga muestra una mascarilla quirúrgica. / Javier Albiñana (Málaga)

El Ministerio de Sanidad ha recomendado el uso de mascarillas a la población para evitar la propagación del coronavirus, pero es difícil encontrarlas en las farmacias y su precio es desorbitado. El sector confía en que su coste vaya descendiendo en los próximos días y que en dos semanas el abastecimiento esté garantizado, aunque nadie puede poner la mano en el fuego porque la situación cambia de forma constante. La mayoría de países quieren mascarillas para sus ciudadanos, la demanda se multiplica y la oferta no está dando abasto. En este contexto, la opción de que cada país se fabrique sus propias mascarillas e importe menos de países como China gana fuerza, aunque sea una opción, a priori, más cara.

“Están empezando a entrar algunas mascarillas a las farmacias, pero los proveedores piden precios muy altos y eso hace que las farmacias tengan que venderlas también a un coste mayor”, explica Diego Rodríguez, secretario del Colegio de Farmacéuticos de Málaga. Una mascarilla quirúrgica -las que se están repartiendo en las calles- suele tener un precio de coste de 10 ó 15 céntimos y tienden a venderse en paquetes al cliente final a unos 30 céntimos por unidad. En estos momentos, los farmacéuticos que consiguen alguna las están adquiriendo, como mínimo, a un precio de entre 80 céntimos y un euro, por lo que el precio de venta al público de cada unidad supera el euro, es decir, es, como poco, cinco veces superior al de antes de la pandemia. Con las mascarillas FFP2, las que tienen un filtro especial, ocurre lo mismo. Su precio habitual final era de un euro por unidad y ahora las farmacias las están comprando en una horquilla de dos a cuatro euros por mascarilla.

Las farmacias han estado desabastecidas de mascarillas por varias razones. La primera es que el Gobierno incautó las que había en España para dárselas al personal sanitario ante la avalancha de pacientes con coronavirus en los hospitales. La segunda es que China cortó durante un tiempo las conexiones aéreas y se ha dificultado el comercio de este tipo de materiales. “Por mucho que se quiera el material no llega en tiempo y forma. Los que han podido trabajar son los grandes distribuidores de mercancías, como Inditex, que importan productos de forma regular de ese país y que fletan aviones cada mes”, señala Rodríguez.

El Colegio de Farmacéuticos de Málaga afirma que no hay mercado negro de mascarillas

Este directivo del Colegio de Farmacéuticos explica que “no hay mercado negro” de mascarillas porque, entre otras cosas, nadie se fía de nadie y ningún farmacéutico quiere ser multado. Las compras se están haciendo a distribuidores españoles habituales y otras empresas con licencia de importación, aunque los farmacéuticos también podrían comprar por libre en el extranjero.

No obstante, en río revuelto siempre hay especuladores que intentan sacar tajada. Este diario ha podido saber que hay personas particulares que van por distintas farmacias asegurando que tienen amigos con mucho dinero, que han fletado un avión desde China lleno de mascarillas y que las están vendiendo. “Nos dicen que tienen mascarillas quirúrgicas y de filtro, que nos venden 1.200 mascarillas a un coste para la farmacia de 5 euros cada una -lo que supondría tener que vendérsela al público a un precio superior-, y que para comprarlas había que pagar por adelantado 5.000 euros. Obviamente le dijimos que no porque es un robo cobrarle seis o siete euros a un cliente por una mascarilla y porque no sabemos ni quién es”, relata a este periódico una empleada de una farmacia de la capital. Algunas de estas personas van incluso con alguna muestra.

Por ahora no hay test rápidos para detectar el coronavirus en las farmacias

“En estos momentos no tenemos mascarillas en nuestro almacén en Málaga. Hemos hablado con varios importadores, pero un handicap es que quieren cobrar por adelantado y eso es un riesgo empresarial grande”, afirma Leandro Martínez, miembro del consejo de gobierno de la distribuidora farmacéutica Bidafarma, quien también espera que la situación se regularice en un par de semanas.

El Gobierno ha levantado la hibernación económica, por lo que miles de personas volvieron el lunes a su puesto de trabajo. Cuando termine el confinamiento, los ciudadanos podrán salir de forma escalonada a la calle y con mascarilla, por lo que se debe garantizar el suministro a las farmacias, algo que, por ahora, no se ha conseguido.

Otro asunto son los test rápidos para detectar el coronavirus. Martínez señala que “no tenemos y los poco que hay van a los hospitales”. “Yo no he visto ninguno ni me consta que se esté vendiendo en Málaga”, añade Rodríguez, quien, no obstante, cree que una vez que salgan al mercado minorista con las licencias oportunas “deben ser baratos, aunque por ahora nadie sabe nada”.

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