Málaga

División de opiniones en el campus de la UMA por el adelanto de los exámenes de septiembre a julio

El tiempo para estudiar entre una convocatoria y otra es una de las razones por las que muchos universitarios rechazan el cambio del calendario de exámenes

El tiempo para estudiar entre una convocatoria y otra es una de las razones por las que muchos universitarios rechazan el cambio del calendario de exámenes / Paula Tejada (Málaga)

La Universidad de Málaga (UMA) va a cambiar la segunda convocatoria ordinaria de exámanes de septiembre a julio para el curso 2023/2024. Esta iniciativa convierte a Málaga en la última universidad de Andalucía en incorporar esta organización del calendario de exámenes que predomina tanto en Andalucía, como España y Europa. Esta mañana, las opiniones entre los estudiantes son muy diferentes: algunos apoyan la iniciativa y otros mantienen que esto va a provocar que no tengan tiempo para prepararse bien las asignaturas.

Reajustar el calendario ha sido uno de los ejes principales del Equipo de Gobierno del actual rector, José Ángel Narváez. Cuando salió victorioso en las urnas por primera vez en 2015, ya barajaba esta situación, aunque hasta ahora no se ha hecho realidad. Además desde ese año ya era un punto dentro de su plan electoral. 

El Consejo de Estudiantes de la UMA (CEUMA) lleva meses trabajando junto con los vicerrectores para organizar una transición gradual y lo menos conflictiva posible. Pablo Ruiz Cruces, responsable del Ceuma (Consejo de Estudiantes de la Universidad de Málaga), asegura que para el curso 2022/2023 se realizarán “la mitad de las recuperaciones en junio-julio y el resto en septiembre”. De este modo, quieren analizar las desventajas que este método pueda poseer y así enmendarlas para implantar la segunda convocatoria ordinaria en julio.

Desde CEUMA indican que el estudiantado prefiere en su mayoría la convocatoria de septiembre, pero también reconocen que el calendario actual es una desventaja para los estudiantes que quieran solicitar alguna beca de movilidad, ya que debe esperar hasta septiembre para recuperar los créditos que falten. De esta forma, confiesan que es "una decisión inminente que se ha de tomar". Así, insisten en que trabajan para que el cambio se realice de la manera menos conflictiva posible y que se garanticen todos los derechos como que el alumnado sepa la nota de los exámenes tiempo antes de las recuperaciones. 

El alquiler de los pisos si no se vive en Málaga y el tiempo para estudiar entre una convocatoria y otra son dos de las razones por las que muchos universitarios rechazan esta propuesta. Juan Luis estudia Ingeniería de Sistemas Electrónicos y no es malagueño, por lo que debe “tener un piso en julio para estar en los exámenes o venir a Málaga ese día”, lo que considera un gasto de dinero innecesario. Muchos estudiantes deciden no prepararse una asignatura para la primera convocatoria y la dejan para la segunda porque considera que no llega a estudiarse todo el temario. Este es el caso de Nuria, estudiante de Biología, que mantiene que van a perder una oportunidad de aprobar porque “si va a haber una semana o dos entre una convocatoria y otra” no le da tiempo a estudiar. En este caso, Estela, que también cursa Biología, puntualiza que si la convocatoria es en septiembre, al menos, cuentan con el verano para prepararse el temario.

A pesar de que gran parte de los universitarios no están de acuerdo con este cambio, hay otros que sí. Andrea y Lucía, estudiantes de Logopedia, mantienen que lo ven bien. "Así no estás todo el verano pensando que tienes que recuperar o ponerte a estudiar", añade Lucía, que considera esta nueva convocatoria algo positivo porque tendrán el temario más reciente y solo deberán repasar.

Otros puntos en los que las opiniones son diversas es en el hecho de que, cuando las recuperaciones pasen a ser en julio, las clases se iniciarán el 15 de septiembre. El adelantar el inicio de estas desemboca en que se deben adaptar los temarios a este nuevo calendario. Isabel, estudiante de Psicología, está segura de que “no van a ajustar ese tiempo de estudio”, por lo que prefiere que las clases comiencen como hasta ahora y así no tener menos vacaciones. En este punto, coincide con ella Fernando, estudiante de Traducción, que remarca que en la Facultad de Filosofía y Letras actualmente no hay espacio suficiente para la cantidad de alumnos que están cursando sus grados allí, por eso se pregunta que “si no hay espacio ahora para dar clases, ¿cómo van a condensarlas en menos semanas?”. Por otro lado, María, estudiante de Marketing, considera que el hecho de empezar el 15 de septiembre “no afecta tanto porque en el colegio siempre se empezaba esa semana”, lo que para ella es un problema es que con la convocatoria en julio “no va a dar tiempo a preparar bien las asignaturas”.

Eduardo Martínez Manzanares, catedrático de la Universidad de Málaga, mantiene que esta iniciativa tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado, va a hacer que el tiempo se aproveche mejor y los cuatrimestres realmente pasen a ser cuatrimestres de verdad, pero el empezar las clases a mediados de septiembre supondrá “un gran coste de dinero en aire acondicionado” porque el clima en Málaga es totalmente diferente que en otros países de Europa.

La catedrática en Ingeniería de Telecomunicaciones, Mari Carmen Aguayo, considera que los alumnos pierden un tiempo que se puede convertir en una oportunidad para estudiar con este formato. Además, indica que, una vez tomada la decisión de eliminar la convocatoria de septiembre, le parece una mejor opción la de semestre cerrado. Esta opción consiste en que la segunda convocatoria del primer cuatrimestre se realice días después de la primera y que la convocatoria de julio se quede para las recuperaciones del segundo semestre. "Tenía sentido recuperar ambos semestres en la misma convocatoria cuando había un tiempo para descansar, pero ahora no le veo sentido", indicaba la catedrática. 

Un proceso escalonado

Desde el equipo de gobierno de la Universidad de Málaga inciden en que la transición se hará de forma escalonada. Así, durante este curso ya hay algunas facultades que han implantado este modelo. La Facultad de Ciencias, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática, la de Telecomunicaciones y la de Ciencias de la Educación ya realizan algunos de los exámenes de recuperación en julio a través de una experiencia piloto, aunque no se ha aplicado a todos los grados ni a todas las asignaturas. 

En el curso 2022/23 habrá una transición en el calendario de todos los centros. Según CEUMA, el curso que viene se fijará la mitad de las recuperaciones en junio-julio y la otra en septiembre, ya que pretenden analizar las desventajas que pueda suponer el modelo para enmendarlas de cara al año siguiente. Para el curso 2023/24 se prevé que todos los grados actualicen su calendario. 

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