Experiencia y tradición en platos artesanales

Corría el año 1987 cuando en pleno Paseo de los Tilos -en la calle en Mauricio Moro, 2- abría sus puertas el bar restaurante Las Américas. Un establecimiento que a pesar del paso de los años mantiene su idiosincrasia: el aroma del plato casero. En su interior se funden cafetería y un restaurante de toda la vida. Su especialidad son los almuerzos. Aquí el cliente puede disfrutar de una amplia variedad de productos de la cocina tradicional mediterránea a un módico precio que en tiempo de crisis, sin duda, los bolsillos agradecen.

Más de 24 años avalan a su cocina que diariamente ofrece un menú gastronómico muy variado y apto para todos los bolsillos. Por 9,50 euros, el cliente dispone de diez primeros platos para elegir, veinte segundos, café o postre. La bebida también está incluida. Platos de cuchara, carnes, pescados, ensalada, etc. "Nuestra carta es amplia. La comida casera es la estrella de nuestro local. Aquí todo es artesano y de calidad", afirma Francisco Herrera, propietario del establecimiento.

La fidelidad de sus clientes es una de las señas de identidad. Algunos clientes llevan toda una vida enlazados con la historia propia del restaurante. "Tenemos casos particulares que desde que abrimos hace más de 20 años prácticamente no han faltado ningún día. Toda una vida comiendo en nuestro establecimiento", señala Herrera. Desde bien temprano, a partir de las 7:00, abre sus puertas para ofrecer desayunos a sus clientes. También a media mañana ofrece tapas y raciones de cualquiera de los platos incluidos en la carta. Si el hambre ya acucia, el local dispone de un salón interior y también de una amplia terraza en la que podrá disfrutar de un almuerzo casero o bien a la carta.

Albóndigas, estofado, croquetas, pollo al ajillo, magro con tomate, la merluza o los boquerones son algunas de los segundos platos que el cliente puede degustar en el local. Los amantes del cuchareo también pueden disfrutar aquí. La oferta gastronómica del restaurante Las Américas incluye platos calientes como la sopa de picadillo, potaje de judías o sopa de marisco y de picadillo.

Los postres también son caseros y artesanos. Desde flanes a tocino de cielo, pasando por natillas y arroz con leche.

El local tan sólo cierra sus puertas el domingo por descanso del personal, pero los sábados y festivos se encuentra abierto manteniendo vigente la oferta del menú. Tan sólo una ligera variación, su precio. Éste se incrementa un euro.

El establecimiento ofrece la posibilidad de concertar cenas de empresas, así como fiestas temáticas. En pequeños grupos el cliente puede reservar las mesas que necesiten oportunas del interior del restaurante.