Málaga

Francisco Pomares: "La administración tiene que ser creativa para buscar soluciones y abaratar la vivienda"

Francisco Pomares, concejal de Vivienda de Málaga, posa junto a una de las promociones municipales de VPO.

Francisco Pomares, concejal de Vivienda de Málaga, posa junto a una de las promociones municipales de VPO. / Javier Albiñana

Francisco Pomares, concejal de Vivienda, se encuentra con Málaga Hoy en la calle Ingeniero José María Garnica, junto a una de las promociones municipales más avanzadas. Las viviendas no se cuentan por centenares, pero todo suma. Antes de que llegue y pose para las fotos, un par de agraciados en el sorteo del IMV llegan en una moto y, sin parar el motor ni siquiera quitarse el casco, fantasean con el que será su futuro hogar. Esperando el turno de esta lotería de vivienda pública hay más de 26.000 malagueños registrados, mientras el precio de la vivienda libre no encuentra techo en la ciudad.

-¿Es el peor o el mejor momento este para ser concejal de Vivienda? Málaga está casi en una burbuja. 

-Es un momento donde la cuestión de la vivienda y política está de moda, sobre todo la vivienda pública, yo llevo ya diez años al frente del IMV, desde que abrió en 2013. Justo entonces fue la crisis y los Institutos Municipales de la Vivienda de muchos ayuntamientos cerraron al no ser competencia directa. Nosotros en Málaga aguantamos porque teníamos un parque público con cerca de 4.000. Somos la cuarta ciudad de España después de Madrid, Barcelona, Bilbao viene Málaga. Eso requiere mucha gestión. Y hemos seguido creciendo mucho después, como en Soliva. Y todo a pesar de no tener financiación externa, comprometiéndonos a deudas, sobre todo con los bancos, que nos daba para pequeñas promociones.  

-No paró, pero sí se ralentizó mucho el IMV, como la vivienda libre.

-Cuando el resto paró, nosotros no paramos. Claro que entre 2015 y 2019 hubo un parón en toda España que creó una necesidad de vivienda enorme. Hubo años que en Málaga que, de 4.000 viviendas que se podían entregar, se encontraban, 600, 700 viviendas libres al año. En España, en total, no llegamos al 2,5% de VPO, claro que hace falta, pero no ha sido una política que se haya hecho de la democracia en adelante, muchos años vivimos de la herencia preconstitucional. Las comunidades autónomas se vieron con mucho parque público y entendieron que o les hacía falta más y no invirtieron. Ahora, con las municipales, sobre todo en las grandes ciudades se han replanteado esta necesidad de VPO y nosotros desde el 2000 hemos hecho más de 5.000, pero eso es una gota de agua en el panorama general, necesitamos mucha más VPO para que el mercado este equilibrado. 

-Y empiezan a aparecer las concejalías de Vivienda, incluso un ministerio. 

-Y yo me alegro. En la agenda política está ahora la vivienda, que durante muchos años no ha sido prioridad, estamos en un momento de mucha oportunidad. Ahora se habla de vivienda e interesamos. Incluso en el mundo urbanístico, que antes tenía otras prioridades como el logístico, el desarrollo o los hoteles. Se habla de que la gerencia dé prioridad a las licencias. 

-Aquí la prioridad debería ser el desarrollo de suelo.

-El desarrollo de suelo y pedir licencias no lo puede hacer la administración, pero sí hay que ser más ágiles y poner todas las facilidades del mundo dentro de lo legal para que la licencia sea más rápida y se acorten los tiempos a la hora de construir. El problema es que la vivienda no está de hoy para mañana, se da a medio largo plazo y por eso también en la construcción tienen que utilizar métodos más rápidos. Justamente se está poniendo muy de moda la vivienda prefabricada, que si antes se tardaba 18 o 22 meses, tenemos que recortarlo lo máximo posible. Nadie va a construir en menos de un año, a menos que quieras un contenedor. Pero los promotores tienen que apretar también

Pomares recuerda que los promotores también deben apretar para abaratar la vivienda. Pomares recuerda que los promotores también deben apretar para abaratar la vivienda.

Pomares recuerda que los promotores también deben apretar para abaratar la vivienda. / Javier Albiñana

-Ellos se quejan mucho de Urbanismo, del tiempo que se demora todo.

-El día que seamos súper ágiles no sé que excusa van a poner los promotores y los constructores. La administración es consciente y consecuente y está poniendo los medios, desde el Ministerio, a la Comunidad Autónoma hasta el Ayuntamiento. Pero tenemos que ir en la línea de la colaboración público privada, porque somos una cadena. La vivienda es un tema muy serio y hay que reflexionarlo todos. A los promotores, por ejemplo, el desarrollo de suelo es un tema que les ha interesado poco y ahora esta retomando, lo vimos en SIMED. Aquí ha habido mucho suelo que se ha dejado que pase el tiempo para especular con él y que valga más. Hay que cambiar eso y también los métodos de trabajo, no podemos seguir esperando por la demanda de una mano de obra especializada que no llega. La Formación Profesional está en ello, estamos insistiendo, pero si no llega, los promotores también se tienen que plantear buscarlo ya hecho. Es un momento bonito, de buscar soluciones, porque el ciudadano lo demanda. Hay que buscar soluciones rápidas y eficaces. 

-El 40% de la vivienda que se hace en Andalucía se aglutina en Málaga. Quizá el problema no es el cuánto, si no qué tipo de vivienda y lo que falta es oferta asequible. 

-Lo que tiene que hay que hacer desde la administración pública es vivienda barata. A un promotor le cuesta prácticamente lo mismo en tanto por ciento hacer una vivienda de más o menos calidad, la diferencia de precio está en los suelos y el tema bancario. Por eso el suelo es clave. El Gobierno tiene que cambiar la Ley de Suelo y no permitir que una parcela se quede diez o quince años parada. Eso pasa en Málaga y la excusa es que no salen los números. Hay que buscar normativas para que esos suelos se desarrollen, que acaben en un agente urbanizador. Y la segunda es ayudar a la financiación. Ahora mismo los tipos están altísimos y la vivienda es un proyecto a largo plazo. Hay que hacer líneas de financiación del Estado, bien sea a través de préstamos ICO o del BEI. La vivienda debe ser también prioridad para el sector económico, si en los costes de producción es difícil ahorrar, habrá que ver dónde sí se puede. Ahora mismo los suelos y los tipos altos repercuten directamente en le ciudadano que compra vivienda libre y la administración debe estar ahí solucionándolo. Hay que trabajar junto a las empresas, como estamos haciendo en Málaga, como se hace en Madrid o en Andalucía. 

"En Málaga hay muchos suelos que no se mueven en una década para especular con ellos y que suba su valor”

-¿Cómo se trabaja con la empresa?

-Nuestros pliegos ahora se están trabajando de manera que el suelo se pone a coste cero, no me lo tienes que pagar, pero o promueves alquiler o me lo repercutes en vivienda. Si la promotora ya no tiene que pedir ese préstamo ayudamos a hacer la vivienda más asequible y aumentamos el parque de vivienda. Son operaciones que están en nuestras manos, pero hay que tener imaginación en los pliegos y buscar mecanismos dentro de los marcos legales.

-En Universidad, por ejemplo, pusieron los suelos a coste cero, 530 viviendas.

-No sólo eso, con 50.000 euros por vivienda de fondos Next Generation. Primer ayuntamiento que lo consigue. 

-Y sólo hubo dos empresas que se presentaron al concurso.

-Nosotros estuvimos un año gestionando con la comunidad y el estado esos fondos europeos. Después la cuestión estaba en quién rebajaba más el alquiler. Eso es lo que puede hacer la administración pública, el ciudadano que vaya allí a a pagar menos por el alquiler, no porque el promotor deje de ganar dinero, sino porque hay una parte gratuita que pone la administración. Estas viviendas de aquí de Garnica –señala a su espalda– no son baratas, son viviendas asequibles, dignas y accesibles y con calidades que como cualquier otra del mercado libre. Aquí no es que el promotor gane menos dinero, el mercado lo tiene muy claro, es poner todos de nuestra parte para que no se eleve el precio con políticas públicas. A nosotros el coste de construcción nos cuesta lo mismo. Aquí lo hemos hecho endeudándonos, hubo un momento que debíamos 100 millones de euros, ya estamos en menos de 70 millones. Lo que debemos a los bancos es en gran parte por esas 5.000 viviendas que hicimos en 20 años. Ahora el alcalde me pide que hagamos 4.1000 en cinco años. Vértigo

"En veinte años hicimos 5.000 viviendas, ahora el alcalde quiere 4.100 en cinco. Vértigo", suspiraFrancisco Pomares. "En veinte años hicimos 5.000 viviendas, ahora el alcalde quiere 4.100 en cinco. Vértigo", suspiraFrancisco Pomares.

"En veinte años hicimos 5.000 viviendas, ahora el alcalde quiere 4.100 en cinco. Vértigo", suspiraFrancisco Pomares. / Javier Albiñana

-A eso se han comprometido. 

-En otra época no hubiera sido posible, ahora es posible porque todas las administraciones se han puesto las pilas. Ahora tengo financiación autonómica y estatal, antes estábamos a pulmón, pidiendo a los bancos como hacen los promotores privados, sin condiciones especiales. 

-¿Van a cumplir con las 4.100 viviendas? Hay que tener mucho proyecto iniciado para eso. 

-Hicimos un Plan y vamos a por ese Plan. En 2022 empezamos ya a trabajarlo con Urbanismo y vimos las posibilidades que tenía el PGOU de desarrollo y lo que era real. Vimos, por ejemplo, Distrito Z que ya está haciéndose y otros en planificación, otros que dependían de nosotros como Universidad y otros para empezar ya como Amoníaco. Con eso nos salieron las 8.900 viviendas, 4.100 VPO, que son factibles de entregarlas, llave en mano, en cinco años. Mucha gente dice que es mucha: ni mucha ni poca, las reales. En el PGOU hay suelo para 18.000 viviendas seguro, pero las que están en el Plan son las sí se pueden entregar. 

-Para las libres dependen de los privados y que ellos cumplan.

-Y creo que van a superarse. Yo soy optimista viendo los datos que salen. ¿Con esas 9.000 viviendas solucionamos el problema de Málaga? No, pero vamos a avanzar y de ahí al siguiente plan. Así estamos las grandes ciudades. Y la gente tiene derecho a vivir en las ciudades. Hay muchísimos jóvenes que ya no les gusta la periferia, que cree que el chalet es una cosa de sus padres y que quieren vivir en la urbe. Porque ha calado una educación medioambiental y no quieren coger el coche, sino el transporte púbico o ir andando. Porque quieren vida de barrio. Yo bromeo y digo que ya no quieren la casa de su padre, quieren la de su abuelo. Tenemos que construir barrio, por eso el plan no es construir parcelas, si no barrios enteros. Málaga es una ciudad que está acostumbrada a reinventarse y ahora tenemos que tener clara las ideas de sostenibilidad, de economía de circular, de moverse de otra manera y de una relación con el espacio público distinta. 

"Los promotores tienen que apretar, nadie va a construir en un año, pero hay que reducir los plazos”

-Pienso en la Manzana Verde. 

-La Manzana Verde no está en el plan porque no se puede entregar en cinco años. Estará en el siguiente. 

-Hablábamos de que la vivienda esta en el candelero. La última gran novedad es el decreto de vivienda turística de la Junta. 

-Es otro debate que llevábamos arrastrando años donde Estado y Junta se echaban el balón uno a otro. Y los ayuntamientos esperando una herramienta jurídica para poder legislar. Y eso puede ser a favor, promocionar, o restringirlo. Hay sectores que la vivienda turística ha regenerado, como el Centro o la Trinidad. Ha traído más seguridad que otra cosa. Ahora que tenemos respaldo tendremos que ponernos a legislar. Habrá que ver la presión turística, porque en algunos barrios no llega ni al 2%. Es decir, en esos barrios no influye. Lo importante es que la vivienda tiene que ser de calidad, al menos como la de un hotel y después estudiarlos no distrito a distrito, calle a calle. No todos los barrios son iguales. Si me dices que hay 6.000 viviendas son muchas, si te digo que es sobre 280.000, ¿te pare mucho? Es algo relativo, pero sí es cierto que, por ejemplo en el Centro Histórico hay calles con una gran concentración. 

-En el Centro hay más VFT que habitantes censados.

-Ahí es un tema de concentración, no de número. No es un tema de decir no más viviendas en general, sino decir dónde sí y dónde no. Hay que estudiarlo. 

-¿Dónde están estudiándolo?

-No sé, lo está haciendo Urbanismo. Habrá que mirar dónde hay una gran concentración. Pero recuerdo que esta es una opción también para las familias. Es un modelo que también hay que acoger, no todo el mundo se puede permitir dos o tres habitaciones en un hotel. No se puede demonizar a la vivienda turística. Recuerdo cuando en los 80 y los 90 el centro era una concentración de entidades bancarias. Pero claro, a partir de las tres el centro era un desierto porque todo eran oficinas y bancos. El Pepri entonces tuvo que limitar el número de oficinas. Es algo que ya hemos visto, restringirlos en unas zonas y promoverlos en otra zona donde a lo mejor vienen bien. 

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