Fundación Secretariado Gitano | Curso de formación digital

El futuro que se busca entre las teclas

  • Un total de 15 mujeres en situación de vulnerabilidad participan en un curso de educación digital impartido por Fundación Secretariado Gitano y Fundación Orange

Participantes en el curso que se realiza en la sede de la Fundación Secretariado Gitano.

Participantes en el curso que se realiza en la sede de la Fundación Secretariado Gitano.

Abandonó el colegio con 14 años para casarse. Su hijo mayor, de 18, la hará pronto abuela y ella, con tan solo 37 y otros dos pequeños a su cargo, lo que quiere ahora que tiene independencia es conseguir un buen trabajo. Paqui Escaño lo ha intentado en muchos empleos, pero su ex pareja no se lo ponía fácil. “No quería que trabajara y me tenía que ir de todos los sitios”, confiesa. Se sacó el graduado por libre y su último puesto fue como subgobernanta de camarera de piso en un hotel. De informática sabe lo básico pero desde el pasado martes se forma en la primera edición de Edyta, el curso de educación digital para mujeres en situación de vulnerabilidad que han puesto en marcha Fundación de Secretariado Gitano y Fundación Orange.

“Nos van a enseñar a buscar trabajo por internet, a echar un curriculum, a enviar un correo electrónico o sacar la vida laboral”, explica Paqui y confiesa que sabe mejor manejarse con el móvil que con el portátil que tiene en el aula que comparte con otras 14 mujeres. Saca cita en el médico, compra por internet, consulta los movimientos de su cuenta y participa en las redes sociales. Tiene Facebook e Instagram. “De ordenadores sé lo básico”, dice.

A su lado se sienta Tamara Fernández, de 29 años. También es gitana y sus profundos ojos marrones se muestran inteligentes y observadores. “Me marché a los 14 años del instituto para trabajar, la situación en mi casa era muy mala y mi hermano y yo tuvimos que ganar dinero”, relata. Sin estudios, lo más rápido y asequible fue limpiar portales, como explica. Durante seis años trabajó como camarera de piso en un hotel pero se quedó embarazada y le cumplió el contrato, lo que supuso su no renovación. 

"Me marché a los 14 años del instituto para trabajar, la situación en mi casa era muy mala y mi hermano y yo tuvimos que salir a ganar dinero"

“Tengo una ayuda de 370 euros y con lo que me pasa el padre de mi hija puedo ir tirando”, comenta Tamara, que está de ocupa en un piso de Las Flores que nadie reclamó tras la muerte de su vecina. “Me encanta la informática, siempre me ha gustado aunque no sé mucho, solo lo básico”, afirma y considera que “si no sabemos manejar un ordenador no sabemos manejar nada en la vida”.

Noemí Fernández y Sulamita Naranjo son de las más jóvenes del grupo. Tienen 19 años y aguantaron en Secundaria hasta la edad obligatoria, los 16. “Pero yo llevaba sin estudiar desde cuarto de Primaria, era muy vaga”, recuerda Sulamita. “Pero he salido a la calle, he querido trabajar y para todo te piden el graduado, así que me lo estoy sacando”, añade.

"No estudiaba desde cuarto de Primaria, pero he salido a buscar trabajo y para todo te piden el graduado, así que me lo estoy sacando"

Paqui Escaño y Coral Atencia junto a otras dos compañeras. Paqui Escaño y Coral Atencia junto a otras dos compañeras.

Paqui Escaño y Coral Atencia junto a otras dos compañeras.

Su amiga Noemí se arrepiente ahora de haber perdido el tiempo. “Me hubiera gustado estudiar y ser enfermera”, señala esta joven que aún no ha entrado en el mercado laboral pero se encarga de la casa y de sus hermanos cuando su madre trabaja. Aunque asegura que “me ha costado la vida venir” ahora quiere sacarle partido al curso, aprender algunos programas y poder conseguir un empleo “en condiciones para ganar mi dinero”.

La formación, de 120 horas, se impartirá durante 10 semanas. El programa Edyta de Fundación Orange es un proyecto de ámbito nacional en torno a la educación y transformación digital, destinado tanto a mujeres como a asociaciones del tercer sector que trabajan con colectivos femeninos en situación de vulnerabilidad, riesgo de exclusión y baja empleabilidad. Para Coral Atencia, de 25 años y madre de dos hijos, supone “desconectar de la vida diaria, de la rutina, aprender cosas nuevas y lo principal, encontrar trabajo que es lo que más falta me hace”.

"Para mí supone desconectar de la vida diaria, aprender cosas nuevas y lo principal, encontrar trabajo que es lo que más falta me hace"

Coral se sacó el graduado en Secundaria y puso una tienda de ropa en La Virreina, que tuvo abierta durante cuatro años. “Pero me quedé embarazada y la cerré, ahora mi marido está también parado y yo vendo por las casas”, explica y sueña con una nómina al mes “para que no falte nada a mis niños”. No escasea el talento en esta reunión de mujeres, pero sí que falló la motivación y el entusiasmo necesarios para seguir formándose cuando eran niñas. Por eso este curso, además de transmitir competencias digitales trabajará valores trasversales como la confianza en sí mismas, la gestión de las emociones y el trabajo en equipo.

Las participantes empezaron este martes la formación. Las participantes empezaron este martes la formación.

Las participantes empezaron este martes la formación.

Noelia Ortega es una de las formadoras del curso que hoy presentan Mar Torres, concejala de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Serrano Castillo, responsable de proyectos sociales Fundación Orange y Silvia Fernández, directora adjunta de Fundación Secretariado Gitano en Andalucía. “Vamos a tocar desde lo más básico, la edición de textos, de fotografías, que sepan enviar un correo, que sean autónomas en su búsqueda de empleo y sus gestiones on line diarias”, indica la formadora. “Es una apertura al mundo, hay millones de cosas que pueden usar desde su propio teléfono y no saben”, agrega y subraya que también serán instruidas para el uso seguro de las redes.

El autocontrol, la gestión del tiempo, la capacidad de liderazgo, la creatividad y la motivación, el empoderamiento, la comunicación oral y escrita son algunos de los contenidos trasversales que se tocarán al tiempo que aprenden a darle a la tecla. Su descubrimiento digital, en un curso principalmente participativo, servirá para labrarse ese futuro inmediato que tanto necesitan.

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