Málaga

El Hospital Regional de Málaga hace un trasplante de médula ósea cada tres días

Tanque del Hospital Regional en el que se almacenan las células madre para los trasplantes hematopoyéticos.

Tanque del Hospital Regional en el que se almacenan las células madre para los trasplantes hematopoyéticos. / Javier Albiñana

El Hospital Regional de Málaga hizo el año pasado 132 trasplantes de médula ósea. La cifra supone uno cada tres días. De ese número, 74 fueron con células madre de donante y 58 del propio paciente. Con estos datos, el centro sanitario se consolida como uno de los cinco más trasplantadores de España. Además, a ese número hay que sumar ocho casos más en los que se aplicó una reciente e innovadora terapia (CAR-T) en la que se modifican genéticamente los linfocitos (defensas) del paciente para que identifiquen y destruyan selectivamente sus células tumorales.

Desde que el hospital comenzó a realizar estos trasplantes en 1989, ha llevado a cabo un total de 2.534. El centro cuenta además con un programa a domicilio en el que en la actualidad se hacen la mayoría de aquellos en los que se emplean células madre del propio paciente.  

El aumento de los trasplantes de progenitores hematopoyéticos en el Regional para tratar cánceres de la sangre es "es poco a poco, pero continuo", explica la hematóloga María Jesús Pascual. De hecho, el hospital realizó 129 en 2022 y 132 en 2023. Y eso que ahora hay ciertos trasplantes (los autólogos, en los que se utilizan células madre del propio enfermo) que antes se hacían en ese centro y que desde 2020 se llevan a cabo en el Clínico y el Torrecárdenas, de Almería. Aún así, siguen creciendo en el Regional. Sobre todo, por los trasplantes en los que se emplean células madre que proceden de un donante (alogénicos).

El incremento de estos trasplantes -en los que se infunden células madre de donante o del propio enfermo- es generalizado en España. Con 3.630 en 2022, el país alcanzó su máximo histórico en esta actividad. El aumento se debe en parte una mayor incidencia de algunas enfermedades oncohematológicas por el envejecimiento de la población, pero fundamentalmente a que ahora el abanico de tratamientos es más amplio y las indicaciones de estos trasplantes también.

Miembros del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético con una paciente. Miembros del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético con una paciente.

Miembros del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético con una paciente. / M. H.

Según Pascual, para estos trasplantes, "antes el límite de edad estaba entre los 50 y los 55 años y ahora se sitúa en torno a los 75". Además, cuando surgieron, las células madre que se trasplantaban eran sólo las de médula ósea, de ahí que se conozcan genéricamente por este nombre. Luego llegaron las células madre de sangre periférica y de cordón umbilical. Además, al principio se requería compatibilidad total entre receptor y donante. Desde hace más de una década se hacen también con compatibilidad parcial (haploidénticos). La última incorporación al abanico de opciones terapéuticas es la terapia CAR-T. 

Estos días, Málaga Acoge la reunión anual del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular (GETH-TC) de la Sociedad de Hematología y Hemoterapia (SEHH). Un encuentro en el que los especialistas tratan de poner en común sus conocimientos y avanzar en beneficio de los pacientes. Uno de los retos es mejorar en el tratamiento de la complicación más frecuente, que es cuando las células madre trasplantadas a un enfermo luchan contra su cuerpo. Es la llamada enfermedad injerto contra receptor (EICR). Hasta el 65% de los pacientes que reciben un trasplante de donante pueden desarrollar EICR crónica. 

Según explicó Lucía López, secretaria del GETH-TC, uno de los retos es intervenir en fases más precoces de la enfermedad y tener biomarcadores que permitan predecir qué pacientes no van a responder al tratamiento "para ofrecer el tratamiento alternativo desde el primer momento". 

Otro problema para los enfermos oncohematológicos es el Covid. La mortalidad de estos pacientes, que al inicio de la pandemia llegaba hasta el 30%, está en la actualidad por debajo del 2%. "Estamos mucho mejor que hace dos años, pero la persistencia del virus [en esos enfermos] es frecuente, lo que retrasa tratamientos", apuntó el vicepresidente electo del GETH-TC, José Luis Piñana. Según explicó, las coinfecciones con Covid y otros virus respiratorios "ponen en riesgo a estos pacientes". Piñana aclaró que los especialistas siguen viendo a enfermos con Covid persistente, aunque aclaró que hay otros patógenos respiratorios que "afectan con la misma severidad" a estos enfermos que el SARS-Cov-2, como el de la gripe o el virus respiratorio sincitial (VRS).  

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