Málaga

Igual de jóvenes para aprender

  • Unas 760 personas han participado en el Aula de Mayores de la UMA, que se clausuró ayer

Desde siglos atrás, la sociedad se ha encargado de establecer con sus reglas los periodos oportunos para cada cosa. Y la formación y el estudio siempre han estado ligados a la niñez y la juventud. Pero ayer unas 760 personas demostraron que no es cuestión de edad, que cuando hay ilusión y ganas de aprender la barrera no la pueden poner los años. En el Paraninfo de la Universidad de Málaga se clausuró el curso 2008/2009 del Aula de Mayores, una iniciativa que comenzó de modo experimental en 2002 y que pretende integrar en el tejido universitario a mayores de 55 años.

Los alumnos cursan tres años en los que, a través de conferencias y posteriores coloquios, reciben un heterogéneo abanico de materias estructuradas en módulos. Los propios profesores de la UMA son los encargados de impartir las asignaturas de las que no tendrán que examinarse. Eso sí, se sigue un control de asistencia y al finalizar el curso reciben un diploma. "Puede matricularse un público diverso, desde personas que sólo tengan estudios básicos a otras que cuenten con una gran formación, por ello, las materias son aproximaciones, no están concebidas para expertos", explicó ayer la vicerrectora de Bienestar Social e Igualdad, María Teresa Prieto.

Tras los primeros tres años, se ofrecen cursos de especialización en literatura, historia, salud y ciencias de la naturaleza, talleres de inglés e informática y actividades culturales y deportivas. Al que le pica el gusanillo del aprendizaje, puede estar años en el Aula de Mayores. Es el caso de Rosa María Clavero y María Subire, que llevan un lustro en esta particular universidad y tienen la intención de seguir asistiendo a su querido taller de literatura. A Rosa le regalaron sus hijos la primera matrícula. En su juventud estudió "bachiller con secretariado" y, además de ser ama de casa, trabajó en talleres de alta costura. Pero siempre tuvo inquietudes creativas y está encantada con la experiencia. "No sé si es porque mi educación fue muy rígida, pero ahora me emociona que me respondan, que me formen y me presten atención, porque llegas a una edad en la que parece que nadie quiere escucharte", comentó Rosa.

Aunque no conocía a María, ahora forman parte de un nutrido grupo de amigas, que se reúnen varias veces a la semana en torno a la literatura. María ya escribía poesía, "aunque he aprendido muchísimo en este taller", confesó. Y es tan buena alumna que la UMA ha editado un libro con los trabajos que realizaron el primer año y hay varias obras suyas en la obra. La timidez de María le hacía sentarse en la última fila, pero el hielo se fue rompiendo en estos años y ayer aseguraba que "lo recomiendo a todos, es muy compensatorio moral y psicológicamente".

Opiniones similares comparten Rafael Cambló y Amador Frías, que este año han terminado el segundo curso. Rafael tiene 72 años. Trabajó en Telefónica y fue el Gerente del Colegio de Médicos. Aunque a los 18 años ya estaba empleado en Italcable siempre tuvo inquietud por estudiar y conoció este programa gracias a un compañero. "Ha sido extraordinario, los profesores muy buenos, los temas también, pero sobre todo el ambiente. Sentarse junto a chavales en la cafetería de Económicas aseguran que les rejuvenece. "Se fomenta la amistad con gente que tiene inquietudes comunes", consideró Amador Frías, de 69 años, antiguo trabajador de la Conferencia Hidrográfica del Sur en ingeniería técnica. "Mientras la salud aguante seguiremos en el aula, nos sentimos más jóvenes, nuestras conversaciones son diferentes a las de casa, tenemos mejor humor", comentaban ambos, que se han comprometido a trasladarse andando hasta El Ejido desde sus respectivos domicilios.

Lo que empezó como una experiencia piloto "ha ido mejorando con los años y ahora las aulas están repletas", dijo ayer Amparo Bilbao. Su delegación de Igualdad y Bienestar Social colabora en la financiación de este programa gracias a una partida de algo más de 62.000 euros. Los profesores también recibieron ayer el reconocimiento a su labor. "Sé que ellos aprecian mucho también lo que los alumnos le aportan", añadió Bilbao que subrayó que universidades de otras regiones quieren "copiar" este proyecto.

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